Palestina enfrenta más de 100 días de bloqueo al combustible con consecuencias devastadoras

El bloqueo a la Franja de Gaza para el ingreso de combustible tiene un impacto devastador en la vida diaria de sus habitantes y paraliza las operaciones humanitarias esenciales.

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Sin combustible, las consecuencias son críticas: las incubadoras se detienen, las ambulancias no pueden circular, y el agua deja de fluir. Foto: EFE.


19 de junio de 2025 Hora: 10:36

De acuerdo con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), las consecuencias de la escasez de combustible son críticas ya que paraliza los servicios esenciales y la distribución de ayuda vital en la Franja. Asimismo, las incubadoras se detienen acabando con la vida de muchos recién nacidos, las ambulancias tampoco pueden circular, y el agua deja de fluir, impidiendo el acceso al recurso hídrico vital para la vida humana.

Como consecuencia de esta escasez, las panaderías permanecen cerradas, interrumpiendo el suministro básico de alimentos. De igual modo, las comunicaciones se cortan, aislando a la población casi por completo.

La población de Gaza, que supera los dos millones de personas, corre riesgo de hambruna, una situación sin precedentes a nivel mundial, según declaró la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 30 de mayo. El portavoz de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Jens Laerke, afirmó que «Gaza es el lugar con mayor hambre del planeta» y que el «cien por cien de la población corre riesgo de hambruna», lo que refuta las afirmaciones contrarias de las autoridades israelíes.

La crisis se agudizó el 2 de marzo, cuando Israel impuso un bloqueo total a Gaza, impidiendo el ingreso de ayuda humanitaria, generando una grave escasez de víveres y medicinas. A pesar de las críticas internacionales por el uso de la hambruna como arma de guerra, Israel solo permitió la entrada de un «goteo» de ayuda, con apenas 600 de 900 camiones autorizados descargados y aún menos distribuidos debido a múltiples limitaciones de seguridad, lo que convierte la misión humanitaria en una de las más obstaculizadas en la historia reciente.

La situación humanitaria se complica aún más por los ataques directos contra quienes buscan asistencia. El Ministerio del Interior de Gaza informó que siete de sus agentes de policía, desplegados en un mercado para restablecer el orden y enfrentar a saqueadores, fueron asesinados en un ataque aéreo israelí. En un movimiento polémico, Israel busca reemplazar a la ONU con una fundación privada, la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), como principal distribuidora de ayuda.

La ONU y otros grupos humanitarios internacionales condenaron este plan, al considerarlo diseñado para intensificar el desplazamiento de la población palestina y condicionar la ayuda a objetivos políticos y militares.

Poco después del lanzamiento del programa de ayuda de la GHF, el 27 de mayo, se desató el caos cerca de los centros de distribución; informes locales indicaron que mercenarios estadounidenses contratados para gestionar los puntos abandonaron sus puestos cuando el ejército israelí comenzó a disparar contra palestinos desesperados por comida. Un testigo relató a medios que miles de personas hambrientas se agolparon en un centro de Rafah, y que, tras una advertencia de dron, la multitud se abalanzó sobre la ayuda bajo vigilancia israelí, sin que muchos lograran obtener alimentos.

La ambición israelí va más allá del control de la ayuda, este régimen busca expulsar por la fuerza a toda la población gazatí de sus tierras, convirtiéndola en refugiados en terceros países para allanar el camino al asentamiento judío en Gaza. El 6 de mayo, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, afirmó que ya en cinco meses «Gaza quedará totalmente destruida» y Hamás dejará de existir como entidad operativa, lo que confinará a la población a una estrecha franja de tierra.

Autor: TeleSUR: lf - RR

Fuente: Agencias