Una ola de calor sin precedentes puso en alerta roja a la mitad sur de Portugal, con previsiones de alcanzar los 44 grados Celsius en el distrito de Beja este domingo.

La situación es igual de crítica en la vecina España, donde ninguna comunidad se libra de los avisos por altas temperaturas. El sábado 28 de junio, la localidad de El Granado, en Huelva, registró un récord histórico de 46°C en junio, superando la marca de 1965 en Sevilla. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que esta ola de calor se prolongue hasta el 1 de julio, con más de un centenar de estaciones superando los 40 grados.

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La ola de calor también se intensifica en Francia, con 73 departamentos en alerta naranja, sumiendo a casi todo el país en un calor sofocante con temperaturas que oscilan entre los 35°C y 38°C, y picos de 40°C en el sur.

Météo-France advierte que el pico se producirá alrededor del martes o miércoles. Esta es la 50ª ola de calor nacional desde 1947, y la 33ª del siglo XXI, consecuencia directa del calentamiento global.

La Autoridad Nacional de Emergencia y de Protección Civil de Portugal ya lanzó una alerta de peligro «muy elevado a máximo» de incendio rural en varias regiones. La causa principal de este fenómeno extremo es una «cúpula de calor»: un sistema de alta presión que atrapa y calienta el aire, impidiendo la entrada de perturbaciones.

Los ayuntamientos y prefecturas en los países afectados están emitiendo numerosas recomendaciones y advertencias, organizando distribuciones de agua y habilitando líneas directas de atención para proteger a la población, especialmente a los más vulnerables.

La ola de calor afecta a todo el sur de Europa, con 17 ciudades italianas en alerta roja, incluyendo Milán y Turín.

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