El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), publicó un balance de los daños ocasionados a los complejos nucleares iraníes de Fordow, Natanz y Esfahan, los cuales fueron blanco de ataques aéreos por parte de Estados Unidos.

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Desde Viena, su director Rafael Grossi afirmó que los bombardeos causaron daños estructurales significativos, incluso en accesos subterráneos a los sitios nucleares, aunque señaló que no se ha registrado un incremento de radiación fuera de las instalaciones.

No obstante, advirtió sobre el riesgo crítico que representan estos ataques para la seguridad nuclear mundial.

En paralelo al balance, el embajador de Irán ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Amir Saeid Iravani, denunció este domingo los bombardeos estadounidenses como “un crimen de guerra flagrante” y un acto de agresión directa contra un Estado soberano.

“El ataque deliberado contra instalaciones nucleares sujetas a salvaguardias del OIEA constituye no solo una violación del Derecho Internacional Humanitario, sino un intento por desmantelar el régimen internacional de no proliferación”, declaró Iravani en una sesión de emergencia del Consejo convocada por Rusia y China.

Iravani exigió la condena inequívoca de la comunidad internacional, y afirmó que su país “se reserva el derecho a responder de forma proporcional y legítima” a las agresiones recibidas. Calificó las acciones estadounidenses e israelíes como una amenaza existencial para la paz y la seguridad internacionales, y acusó a Washington de actuar con total impunidad fuera del marco de la ONU.

El director del OIEA, por su parte, llamó a todas las partes a retomar urgentemente el camino diplomático, afirmando que la organización está lista para reanudar sus labores de verificación en Irán, interrumpidas desde el inicio de las hostilidades.

“El OIEA debe tener acceso inmediato y sin restricciones a las instalaciones afectadas. Solo mediante el diálogo se puede restaurar la estabilidad regional y prevenir un desastre”, subrayó Grossi.

El organismo advirtió que Irán cuenta con más de 400 kg de uranio altamente enriquecido, cuya supervisión es crucial para mantener la transparencia sobre su uso pacífico.

Desde el inicio de la agresión israelí el 13 de junio, y con la entrada de Estados Unidos al conflicto el 20 de junio, Irán ha sufrido más de una docena de ataques directos sobre su infraestructura civil y científica.

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