MST lanza una carta urgente al Brasil: “¿Dónde está la Reforma Agraria, Lula?”
En el marco de la Semana del Campesino, el MST realiza decenas de movilizaciones y acciones simbólicas en denuncia del avance del agronegocio.

En medio de movilizaciones nacionales y frente al estancamiento del gobierno de Lula, más de 122.000 familias sin tierra exigen políticas reales de reforma agraria, soberanía alimentaria y justicia social. Foto: MST
22 de julio de 2025 Hora: 07:59
El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) lanzó una Carta a la sociedad brasileña en el marco de la Semana del Campesino, que culmina el 25 de julio, Día del Trabajador.
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El documento que inicia con el respaldo al presidente Lula en la «defensa incondicional de la soberanía nacional, amenazada por el imperialismo y las acciones de Donald Trump»; advierte a la vez sobre la amenaza que representa la subordinación de la agricultura brasilera a empresas transnacionales.
En este sentido, apunta contra la actuación del Poder Legislativo, que representa los intereses del agronegocio y la minería.
Con un tono firme pero esperanzado, el documento expresa la frustración de un creciente de miles de familias rurales que, tras la vuelta de Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia, aún esperan el cumplimiento de promesas históricas: tierra, vivienda, crédito, educación rural y una reforma agraria verdaderamente popular.
“¿Dónde está la Reforma Agraria, Lula?”, pregunta el MST en su carta que llega en momento donde se convocan movilizaciones en las cinco regiones del país bajo el lema “¡Por un Brasil alimentado, Reforma Agraria Popular!”.
Actualmente, el MST representa a más de 122.000 familias organizadas en 1.250 campamentos, muchas viviendo en condiciones precarias, sin acceso a servicios básicos ni perspectivas de asentamiento definitivo.
El movimiento, uno de los más influyentes en la lucha por la justicia social del en el mundo, advierte que la parálisis en las políticas de reforma agraria no solo afecta a las comunidades rurales, sino que pone en riesgo la soberanía nacional. “La soberanía nacional solo es posible con la soberanía alimentaria”, afirma el texto, que también subraya que alimentar al país debe ser tarea de la agricultura familiar campesina, no de grandes corporaciones transnacionales vinculadas al agronegocio.
Ataques desde dentro y desde fuera
La carta publicada este lunes realiza un diagnóstico en el cual las amenazas a Brasil provienen tanto del exterior como del interior. Por un lado, el MST denuncia la injerencia imperialista, especialmente las políticas de Estados Unidos bajo la figura de Donald Trump, que considera contrarias a los intereses estratégicos del país. Pero con igual fuerza señala que el mayor peligro viene del propio Congreso Nacional, dominado por la bancada ruralista.
Entre los proyectos legislativos que más preocupan al movimiento está el Proyecto de Ley 2.169/2021, conocido como el “Proyecto de Ley de Devastación”, que facilitaría la deforestación y el uso ilimitado de agrotóxicos, incluso en áreas protegidas. También critican el PL 8262/2017, que permitiría intervenciones policiales sin orden judicial en ocupaciones sociales, lo que consideran una criminalización directa de la protesta legítima.
Además, persiste la Instrucción Normativa nº 112, heredada del gobierno Bolsonaro, que abre las puertas a megaproyectos mineros en zonas de asentamientos, poniendo en riesgo la vida, el medio ambiente y los derechos territoriales de miles de familias.
Promesas incumplidas
A pesar del discurso progresista del gobierno federal, el MST asegura que, tras más de tres años de gestión, la reforma agraria sigue estancada. El Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA) y el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) avanzan con lentitud, mientras familias enteras esperan decisiones administrativas que nunca llegan.
Los programas estructurales —como el PRONAF A, destinado al fortalecimiento de la agricultura familiar, el Programa de Adquisición de Alimentos (PAA) y el PRONERA, clave para la formación superior en zonas rurales— carecen de presupuesto suficiente. En muchos casos, existen en el papel, pero no en la práctica.
Uno de los puntos más sensibles es la educación. El cierre masivo de escuelas rurales y la falta de apoyo a la Política Nacional de Educación Rural, Hídrica y Forestal (Pronacampo) han dejado a miles de jóvenes sin acceso a estudios superiores. “Quieren quedarse en el campo, producir alimentos y construir futuro, pero el Estado les cierra las puertas”, denuncia el MST.
Pese al descontento, el movimiento reafirma su compromiso con el proyecto democrático liderado por Lula. Recuerda que fue la base social —trabajadores, mujeres, pueblos indígenas, comunidades negras, jóvenes y sectores populares— la que llevó al presidente al poder. Hoy, exige coherencia: si se ganó con las calles, también se debe gobernar pensando en ellas.
El MST reitera su apoyo a causas como la tributación de los súper ricos y la reducción de la jornada laboral sin pérdida de salario, pilares del Plebiscito Popular por un Brasil más justo. Y anuncia que seguirá movilizado: “Nuestras banderas se alzan una vez más para exigir una Reforma Agraria Popular como camino necesario hacia un país soberano, justo y sostenible”.
Autor: teleSUR - NH
Fuente: MST - Resumen Latinoamericano