En las calles del centro de Londres se llevó a cabo una marcha propalestina de gran magnitud, donde participaron decenas de miles de individuos para exigir al Gobierno británico deje de proporcionar armas a Israel.

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Los presentes marcharon cerca de cuatro horas desde la plaza de Russell Square, junto al Museo Británico, hacia Whitehall, la calle aledaña al Parlamento británico, en la cual se encuentra la vivienda de Keir Starmer, primer ministro británico.

De igual manera, corearon consignas en la denominada “Marcha Nacional por Palestina” como “‘Desde el río hasta el mar, Palestina será libre”, y también exigieron ponerle fin a la ocupación de Israel en suelo palestino, así como el cese de los bombardeos israelíes al territorio iraní, luego de una semana de misiles balísticos y ataques con drones.

En varias pancartas acusaban al primer ministro británico de tener “sangre en sus manos” al permitir la venta de armamento a Israel y no ejecutar «acciones inmediatas» para frenar el “genocidio” en Gaza.

Según la agencia de noticias EFE, se vivieron momentos de tensión durante la marcha, pues se cruzaron con manifestantes del grupo proisraelí Stop The Hate, a los cuales se dirigieron diciendo «¡Os debería dar vergüenza!».

La Policía Metropolitana de Londres aseguró en la red social X que puso barreras y habilitó un espacio “adecuado” para dividir a las dos marchas.

No obstante, la Policía Metropolitana de Londres comunicó que una botella fue lanzada al grupo proisraelí, y a pesar que no provocó heridos, el sospechoso fue perseguido y posteriormente arrestado.

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