Miles de iraníes inundaron las calles de Teherán durante la conmemoración del Día Nacional de Eid al-Qadir, transformando la capital en un mar de banderas nacionales y consignas de resistencia. La manifestación, que se extendió a lo largo de varios kilómetros, sirvió como plataforma para expresar el rechazo categórico a las acciones israelíes y reafirmar el apoyo incondicional al Gobierno de la República Islámica.

Durante la movilización, los organizadores desplegaron una operación logística importante para alimentar a los manifestantes. Desde la plaza Azadi hasta la plaza Enghelab, miles de ollas gigantes fueron instaladas estratégicamente a lo largo de la ruta kilométrica, lo que demostró la capacidad organizativa del movimiento popular.

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La comunidad universitaria también se sumó con fuerza a las protestas. Estudiantes y profesores de la prestigiosa Universidad Sharif organizaron su propia marcha desde el campus hasta la emblemática Plaza de la Revolución, portando pancartas que condenaban las agresiones del régimen sionista y declarando su respaldo inquebrantable a las fuerzas armadas nacionales.

Los manifestantes corearon consignas que resonaron por toda la capital, expresando su solidaridad con las víctimas de los ataques israelíes y su determinación de resistir cualquier forma de agresión externa. Las autoridades locales reportaron una participación masiva que superó las expectativas iniciales.

La marcha de Eid al-Qadir se consolidó como una de las manifestaciones más numerosas registradas en Teherán durante el último año. Los participantes, provenientes de diversos sectores sociales, convergieron en un mensaje unificado de resistencia y apoyo institucional.

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La respuesta popular refleja el estado de ánimo prevaleciente en sectores amplios de la sociedad iraní frente a los acontecimientos regionales. Esta demostración de fuerza callejera envía un mensaje claro sobre la posición del pueblo iraní ante las tensiones belicistas actuales de Occidente.

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