La movilización surge como respuesta al fallo de la Corte Suprema, emitido el martes 10 a junio de 2025, que la condenó a seis años de prisión e inhabilitó de por vida para ejercer cargos públicos, y le otorgó un plazo de cinco días hábiles para entregarse, el cual vence este miércoles 18 de junio. La marcha busca enviar un mensaje claro a la Justicia y al gobierno de Javier Milei: «CFK no está sola».

La convocatoria, bajo el lema «Vienen por ella, vamos con ella» y «Argentina con Cristina», iniciará con una vigilia en la puerta del domicilio de CFK en San José y Humberto 1°, para marchar hacia Comodoro Py. Se espera la participación no solo de sus seguidores más fieles, como La Cámpora y el Movimiento Derecho al Futuro (liderado por Axel Kicillof), sino también de un amplio espectro de sectores que buscan defender las instituciones y la democracia. La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, manifestó que el objetivo es juntar al menos 150.000 personas en lo que se proyecta como una jornada histórica de un peronismo unificado.

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Diversos gremios y partidos políticos confirmaron su adhesión a la acción en apoyo a la exmandataria argentina. La Confederación General del Trabajo (CGT) discutirá su participación masiva, mientras que el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) ya anunciaron su presencia.

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ATE, de hecho, convocó a un paro «en defensa de la democracia» para el mismo miércoles 18 de junio, denunciando a una «casta judicial» que busca «terminar con la democracia». Dirigentes de partidos de izquierda, como Myriam Bregman y Gabriel Solano del Partido Obrero, también confirmaron su participación, aunque con independencia política de CFK, al considerar el fallo «proscriptivo» y «persecutorio» debido a la desigualdad en la acción judicial.

La condena contra CFK ha logrado una unidad en la oposición que no se había visto desde el inicio de la presidencia de Javier Milei. Esta convergencia de fuerzas busca blindar a la expresidenta ante su presentación judicial y presionar para que se le conceda la prisión domiciliaria automática, sin necesidad de presentarse en persona, para evitar lo que consideran una «humillación».

Existen aún algunos cabos sueltos en la organización, como el recorrido exacto de los cinco kilómetros hasta Comodoro Py y la confirmación de si CFK deberá comparecer en persona. La decisión del juez Jorge Gorini sobre la prisión domiciliaria será clave.

En caso de que se ordene que pase una noche en un calabozo o sea trasladada a otra dependencia, los organizadores han advertido que las columnas marcharán «donde sea necesario», reafirmando la consigna: «Cristina no está sola. Vamos a estar donde ella esté».

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