El Kremlin, a través de su portavoz Dmitri Peskov, declaró este martes que ha tomado nota del nuevo ultimátum del presidente estadounidense, Donald Trump, quien el pasado lunes 28 de julio fijó a 10 o 12 días el plazo para que Moscú alcance un acuerdo sobre el conflicto ucraniano.

La declaración del funcionario ruso se produjo mientras la «operación militar especial» de Rusia continúa, y el Kremlin reafirma su compromiso con un proceso de paz para resolver el conflicto con Ucrania y que que garantice sus intereses, evitando, según el portavoz, valoraciones adicionales.

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El nuevo plazo de Trump, lanzado durante una reunión con el primer ministro británico Keir Starmer en Escocia, representa un recorte sustancial del ultimátum anterior de 50 días anunciado por Trump a mediados de julio. En tanto, el mandatario estadounidense reiteró su intención de imponer sanciones secundarias a Moscú y sus socios comerciales si no hay progreso.

Peskov enfatizó que el proceso de normalización de relaciones entre Moscú y Washington no ha mostrado avances significativos, deseando una mayor dinámica impulsada por ambas partes.

Anteriormente, el portavoz de Rusia había señalado que las decisiones de Washington son percibidas por Ucrania como una señal para continuar el conflicto, no para buscar la paz, y reiteró la disposición de Moscú al diálogo, a pesar de la falta de propuestas de Kiev.

Por su parte, Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad y expresidente de Rusia, advirtió a Trump en la plataforma X que no repita los errores de su predecesor, Joe Biden, recordando que «Rusia no es Israel, ni siquiera Irán«, y que cada nuevo ultimátum es «un paso hacia la guerra» con el propio país de Trump.

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