Una unidad especial israelí realizó un desembarco aéreo en las cercanías de la capital siria, mientras fuerzas terrestres incursionaban en zonas fronterizas con el Líbano y en el suroeste de Siria, según reportes de fuentes locales difundidos.

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Tres helicópteros transportaron comandos que descendieron sobre una antigua instalación militar ubicada en Yafour, a tan solo 10 kilómetros de Damasco. El sitio fue, en tiempos recientes, una base de la Guardia Republicana siria. Las tropas israelíes permanecieron por cerca de cinco horas, inspeccionaron las instalaciones y se retiraron sin registrar combates abiertos.

La operación, de carácter encubierto, representa una escalada sin precedentes en la cercanía inmediata de la capital siria, un área altamente custodiada por las fuerzas gubernamentales.

Horas después, una fuerza terrestre israelí cruzó hacia Rakhla, localidad ubicada en el oeste de Damasco, justo frente al poblado libanés de Yahmur. La acción fue realizada por tres vehículos blindados y constituye la primera incursión registrada en esa zona limítrofe, lo que ha generado inquietud entre analistas militares por su posible conexión con las tensiones en el sur de Líbano.

Simultáneamente, en la provincia de Daraa, fuerzas israelíes penetraron en la cuenca de al-Yarmuk, tradicionalmente controlada por grupos afines al gobierno sirio y fuerzas tribales. Allí se reportaron dos incursiones más, una en la localidad de Saysoon, con seis vehículos y otra cerca de Ain Dhikr, en un antiguo emplazamiento militar.

Estas acciones se suman a la operación especial anunciada por el ejército israelí el miércoles anterior, en la que elementos del denominado “Batallón del Golán” detuvieron a varios ciudadanos sirios en el sur del país.

En declaraciones a medios hebreos, voceros militares justificaron la incursión afirmando que sus fuerzas cuentan con “libertad de movimiento” en Siria, y que pueden “ingresar a cualquier aldea y detener a cualquier persona buscada”.

La postura ha sido criticada por diversos actores internacionales, en un momento en que Washington advierte que la situación en Siria sigue siendo un obstáculo para cualquier proceso de normalización con Tel Aviv.

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