En un contexto de escalada bélica, Irán respondió este martes con un ataque con misiles balísticos a Israel, dejando al menos 1800 heridos, según medios árabes.

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Al mismo tiempo, las sirenas antiaéreas resonaron en Tel Aviv (capital), Haifa y Jerusalén, mientras que el Ejército israelí reportó otros ataques en zonas urbanas por lo que el número de víctimas pudiera aumentar.

De igual manera, se reportaron explosiones en el centro y norte de Israel, con incendios desatados en algunas zonas tras los impactos.

Por otro lado, un misil interceptor israelí falló en neutralizar un proyectil iraní, según informes. El Comando del Frente Interno Israelí señaló que los ataques se concentraron en Tel Aviv, Haifa y Galilea, con una intensidad descrita como “sin precedentes”.

La respuesta se enmarca en una escalada de hostilidades entre Israel e Irán, iniciada días antes con bombardeos israelíes contra instalaciones nucleares iraníes.

Irán respondió con una serie de ataques, incluyendo el lanzamiento de 30 misiles en dos minutos. El ministro de Defensa israelí, Yisrael Katz, afirmó que “Irán ataca zonas civiles para disuadir al ejército israelí”, y amenzó con que “los residentes de Teherán pagarán pronto el precio”.

Mientras, el primer ministro Benjamín Netanyahu anunció que los ataques israelíes buscan “neutralizar la amenaza iraní”.

La ofensiva iraní se produce tras días de enfrentamientos, con Israel atacando objetivos militares y nucleares en Irán, lo que provocó al menos 128 muertos.

La Guardia Revolucionaria de Irán afirmó haber destruido centros de producción de combustible para aviones y sistemas de defensa israelíes.

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