Irán ha declarado una victoria política y militar tras forzar la implementación del alto el fuego con Israel, al término de doce días de intensos enfrentamientos en que derrumbó el discurso de la inviolabilidad de la Cúpula de Hierro israelí y ocasionó severos daños mediante el uso de misiles balísticos capaces de vulnerar todas las capas de los antimisiles israelíes.

El Consejo Supremo de Seguridad Nacional afirmó este martes 24 de junio que la firmeza del pueblo iraní, la cohesión nacional y la capacidad de respuesta de sus Fuerzas Armadas fueron determinantes para “doblegar al enemigo y detener su agresión”.

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“Gracias a la conciencia de nuestro pueblo, la firmeza de nuestras fuerzas y el liderazgo sabio, vencimos”, aseguró el Consejo, al recalcar que la resistencia iraní hizo retroceder a Israel y frustró sus objetivos estratégicos. Según la agencia Fars, la presión militar ejercida por Teherán obligó a Tel Aviv a solicitar una tregua.

Desde la madrugada del martes 24, Irán lanzó seis oleadas de misiles sobre territorio israelí, manteniendo su ofensiva “hasta el último minuto”, según confirmó el canciller persa, Abbas Araghchi. El cese de hostilidades fue anunciado por el presidente estadounidense Donald Trump, quien confirmó la entrada en vigor de la tregua y pidió que “nadie la viole”.

El Ejército israelí, sin lograr sus objetivos declarados, respondió con ataques limitados contra radares iraníes en Teherán, según confirmó el Ministro de Defensa sionista, Israel Katz. Por su parte, Teherán afirmó que sus fuerzas siguen en alerta y listas para actuar en caso de una nueva agresión. La Guardia Revolucionaria destacó la “vigilancia de la resistencia” como un factor clave del triunfo.

A nivel diplomático, Irán desmintió rumores sobre divisiones con países vecinos como Qatar, y reiteró su compromiso con la estabilidad regional. “Nuestra defensa fue legítima y necesaria”, insistió el Gobierno, subrayando que no buscan una escalada, pero tampoco aceptan amenazas.

La guerra la inició Israel de forma unilateral el pasado 13 de junio, tras lanzar un bombardeo contra territorio iraní basado en acusaciones no verificadas sobre la supuesta posesión de Irán de una bomba nuclear, argumento que ha sido desmentido incluso por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

La respuesta de Irán, rápida y sostenida, logró alterar el cálculo militar del régimen de Tel Aviv, que terminó aceptando el alto el fuego tras recibir un total de veintidós oleadas de misiles y drones iraníes que golpearon puntos estratégicos en los territorios ocupados como el puerto de Haifa y edificios de Tel Aviv cuyos daños evidenciaban la precisión de los misiles iraníes.

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