Un misil lanzado desde Irán impactó este viernes en la ciudad de Beerseba, al sur de los territorios palestinos ocupados, dejando al menos 18 heridos y provocando daños significativos en una zona de alta concentración tecnológica. El proyectil cayó cerca del edificio de Microsoft y causó incendios, según confirmaron medios israelíes.

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La ofensiva forma parte de la operación iraní “Promesa Verdadera 3”, una campaña de represalias iniciada tras los ataques israelíes del 13 de junio contra objetivos militares, científicos y civiles en Irán. En total, esta ha sido la 16ª oleada de misiles lanzada por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) en respuesta a lo que Teherán califica como una guerra de agresión.

El ataque evidenció una nueva falla en el sistema de defensa aérea israelí, que no logró interceptar el misil. Autoridades locales, incluyendo el alcalde de Beerseba, confirmaron que no hubo ningún intento de detención por parte del escudo antimisiles.

Además del área de Microsoft, resultó afectado el Centro de Alta Tecnología y Seguridad Cibernética de la ciudad, lo que eleva el impacto más allá de lo simbólico y toca infraestructuras clave del poder digital israelí.

La base aérea de Nevatim, ubicada en el norte del desierto del Néguev, también fue blanco en esta última ola de ataques. Sirenas de alerta se activaron en toda la región, mientras las autoridades israelíes evaluaban los daños y buscaban contener los incendios.

Este nuevo episodio agrava la tensión regional y refleja un patrón de escalada directa entre Irán y el régimen israelí, donde los misiles ya no son solo advertencia, sino instrumentos de represalia con precisión y consecuencias materiales.

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