Durante una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU dedicada a las “Amenazas a la paz y la seguridad internacionales”, el representante permanente de Irán ante Naciones Unidas, Amir-Saeid Iravani, denunció que Israel “decidió destruir la diplomacia” al bombardear territorio iraní apenas dos días antes de las conversaciones programadas con Estados Unidos para el 15 de junio.

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El representante iraní, denunció que “los Estados Unidos han recurrido a ejercer la fuerza de manera ilícita, al librar una guerra contra mi país bajo el absurdo e inventado pretexto de impedir que Irán obtenga armas nucleares”.

Además, subrayó que la agresión conjunta de EE.UU. e Israel “es un quebrantamiento flagrante de la norma perentoria de prohibición de agresión y de los principios fundamentales consagrados en la Carta de la ONU”.

Iravani responsabilizó directamente a Tel Aviv y Washington de la escalada bélica: “El ataque perpetrado por Israel el 13 de junio y los bombardeos de Estados Unidos el 21 de junio son producto directo de estas acciones ilícitas y políticamente motivadas.

Además afirmó que «Estados Unidos una vez más ha elegido imprudentemente sacrificar su seguridad para proteger a Netanyahu«, subrayando que «Irán se reserva el derecho a responder y que el momento y la magnitud de la respuesta son determinados por las fuerzas armadas».

Asimismo, el jefe de la delegación criticó la “hueca e impotente” acción de organismos multilaterales tras ocho décadas de promesas de evitar la guerra y la agresión.

“Es muy descorazonador que un país amante de la paz, uno de los fundadores de la ONU con más de 5.000 años de cultura y civilización, haya sido objeto de ataques armados por parte de un régimen ilegítimo”, expresó.

«El TNP ha sido manipulado para utilizarse como arma política, en lugar de garantizar los legítimos derechos de las partes a usar la energía nuclear con fines pacíficos. Hemos demostrado el carácter eminentemente pacífico de nuestro programa nuclear”, añadió.

Iravani culminó acusando a “Israel y los Estados Unidos” de ser “los principales culpables de socavar el estado de derecho, de minar el derecho internacional, el estatuto de la OIEA y el régimen de no proliferación”.

La delegación iraní exigió al Consejo de Seguridad una condena unánime y medidas inmediatas para impedir una escalada mayor en la región, reclamando el respeto a la soberanía y el fin de la impunidad de quienes atacan bajo el amparo de la fuerza.

La sesión extraordinaria fue convocada con el respaldo de Pakistán, China y Rusia, que presentaron un proyecto de resolución para condenar las agresiones, exigir un cese inmediato de la violencia y garantizar el carácter pacífico del programa nuclear iraní.

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