Este fenómeno natural dejó hasta el momento un saldo de seis personas fallecidas, según informó la Oficina Central de Control de Inundaciones en esta capital. La situación es crítica, el nivel de los ríos Duliu, Pingyong y Zhaihao aumentó rápidamente, alcanzando el Duliu un caudal máximo de 11.360 metros cúbicos por segundo, un volumen no visto en los últimos 30 años.

Muchas zonas bajas quedaron sumergidas y la infraestructura básica sufrió serios daños, lo que causó interrupciones en el tráfico, cortes de telecomunicaciones, así como la pérdida lamentable de vidas humanas.

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Las fuertes precipitaciones llevaron a la evacuación de unas 80.000 personas en la provincia. Específicamente, 48.900 residentes fueron evacuados temporalmente en el condado de Rongjiang y otros 32.000 en el condado de Congjiang. El distrito de Rongjiang fue uno de los más afectados, con una sección del río Duliu superando su nivel de alerta en 6,68 metros.

Aunque el nivel del agua en el condado descendió por debajo del nivel de alerta, las tareas de emergencia continúan. Equipos de rescate, incluyendo bomberos y voluntarios, trabajan arduamente en la limpieza de sedimentos, el drenaje de las aguas, la prevención y desinfección de epidemias, la búsqueda de personas atrapadas y la recuperación y reconstrucción tras el desastre.

La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China (CNDR) ya asignó 100 millones de yuanes (aproximadamente 13,95 millones de dólares) para apoyar los esfuerzos de socorro, destinados a restaurar infraestructura vital como carreteras, sistemas de control de inundaciones, hospitales y escuelas.

La preocupación persiste, ya que se esperan más lluvias fuertes en Guizhou para los próximos días, con aguaceros torrenciales en algunas zonas. El departamento meteorológico provincial advirtieron que las precipitaciones continuas podrían provocar desastres secundarios como inundaciones repentinas, deslizamientos de tierra, deslizamientos de lodo y derrumbes estructurales.

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