La Internacional Antifascista rechazó “de forma frontal” las acusaciones criminales lanzadas por la fiscal estadounidense, Pamela Bondi, quien ofreció una recompensa de 50 millones de dólares por la captura del presidente venezolano, Nicolás Maduro.

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En un comunicado difundido por la organización, la acción de la funcionaria estadounidense es descripta como un acto “de terrorismo político”, destacando que se trata de una falsa acusación diseñada para intimidar y manipular.

El texto destaca que estas declaraciones forman parte de una “desesperada y miedosa ofensiva permanente” del imperialismo estadounidense contra los pueblos libres. Según la Internacional Antifascista, esta estrategia busca sembrar mentiras y crear cortinas de humo para ocultar la decadencia interna del sistema imperialista, caracterizado por desigualdad extrema, racismo estructural, violencia masiva y una democracia reducida a una mercancía de las élites corporativas.

La organización señala el histórico papel de Estados Unidos como “el principal criminal” en escenarios globales. Se mencionan genocidios en Vietnam, Irak y Afganistán; invasiones militares y ocupaciones que han devastado naciones enteras; golpes de Estado en América Latina, Asia y África; la imposición de dictaduras sangrientas; tortura sistemática en Guantánamo y Abu Ghraib; bloqueos económicos y el uso del hambre como arma de guerra; y la complicidad activa en el exterminio del pueblo palestino.

En este contexto, el comunicado afirma que el imperialismo estadounidense es “la más grande organización criminal de la historia contemporánea”. La declaración de Bondi, según la organización, es solo un episodio más de su intento de generar distracciones mediante mentiras y chantajes, mientras enfrenta problemas internos derivados de sus propias contradicciones sistémicas.

La Internacional Antifascista declara su “solidaridad absoluta, firme e inquebrantable” con Nicolás Maduro Moros, describiéndolo como “símbolo de resistencia del pueblo venezolano frente a la agresión imperialista”. Además, insta a organizaciones sociales, políticas y revolucionarias de todo el mundo, así como a sindicatos combativos y movimientos campesinos, feministas, indígenas, estudiantiles y obreros, a levantar su voz en defensa de Venezuela, su pueblo y su presidente. El comunicado advierte que el silencio ante esta agresión equivale a ser cómplice del fascismo imperial.

El texto concluye con un llamado a la unidad y la lucha contra el imperialismo, reafirmando que “frente a la mentira, más verdad; frente al chantaje, más dignidad; frente al imperialismo, más unidad y más lucha”. Finalmente, se cierra con un mensaje contundente: “¡Al Fascismo NO le pedimos tregua, tampoco se la daremos!”

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