Hezbolá rechaza plan de EE.UU. para desarmar el Líbano
Mientras el Gobierno libanés impulsa el desarme de la resistencia, las excavadoras de la ocupación israelí fortifican y amplían sitios militares hostiles recién establecidos dentro del territorio de Oriente Medio.

Qassem responsabilizó al Estado libanés de resistir las presiones externas en lugar de «despojar a sus ciudadanos de sus capacidades defensivas». Foto: Al Mayadeen.
5 de agosto de 2025 Hora: 19:54
El secretario general de Hezbolá, Sheikh Naim Qassem, rechazó de modo categórico el memorando estadounidense que busca desmantelar el 50 por ciento de la infraestructura de la Resistencia libanesa, como parte del acto conmemorativo a propósito del 40º día del martirio del mayor general Muhammad Saeed Izadi (Hajj Ramadan).
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Durante un acto conmemorativo, alertó que el proyecto impulsado por el enviado de Trump, Thomas Barrack, pretende limitar al Ejército libanés y otorgar ventajas estratégicas a Israel. «Esto constituye un ataque directo contra nuestra soberanía», afirmó.
Qassem denunció que la propuesta de Washington exige desarticular las capacidades defensivas de Hezbolá en apenas 30 días. A cambio, ofrece la supuesta retirada parcial israelí de tres zonas libanesas que, de acuerdo con el líder, «otorga carta blanca al enemigo y deja al Líbano en vulnerabilidad total». En tanto, criticó que el calendario de implementación busca debilitar la Resistencia bajo pretexto de agresiones israelíes.
El líder de Hezbolá recordó que la Resistencia está protegida por los Acuerdos de Taif y es un asunto constitucional que requiere consenso nacional. «No puede resolverse por votación ni bajo presión externa», subrayó. Pidió discutir una estrategia de defensa real en lugar de ceder a dictados que favorecen a Israel, porque «hablan de seguridad nacional mientras quitan nuestras defensas», cuestionó.
Qassem responsabilizó al Estado libanés de resistir las presiones externas en lugar de «despojar a sus ciudadanos de sus capacidades defensivas». Cuestionó la utilidad de la declaraciones ministeriales, pues consideran que no protegen realmente la soberanía: «¿Dónde está el Estado que repele las agresiones a nuestras fronteras?», se preguntó.
El líder de Hezbolá advirtió que una ofensiva israelí a gran escala no sería conveniente para Tel Aviv, pues encontraría una respuesta unida de la Resistencia, el Ejército y el pueblo. «Toda la seguridad que construyeron en ocho meses puede derrumbarse en una hora», sentenció. Aseguró que entregar las armas no detendría las agresiones, como reconocen incluso funcionarios israelíes.
Sobre el explosivo puerto de Beirut, Qassem exigió juicios imparciales sin sectarismo político e insistió en la necesidad de «un Estado fuerte y justo». Desde luego, instó a la unidad nacional para enfrentar las presiones externas, no sin antes recordar que Hezbolá cumplió íntegramente el acuerdo de alto el fuego, a diferencia de Israel que lo violó en múltiples ocasiones.
El dirigente explicó que la presencia de Hezbolá en Siria influyó en la decisión israelí de romper los acuerdos, por temor al fortalecimiento de la Resistencia. Alertó sobre actores internos que «incitan a la sedición con sangre en sus manos y sirven al proyecto israelí», en clara referencia a sectores políticos opositores.
De acuerdo con las declaraciones de Qassem, Hezbolá constituye un componente fundamental del Líbano y su resistencia es legítima. «Preservemos y fortalezcamos nuestras capacidades en lugar de ceder a presiones», concluyó. Al mismo tiempo, ratificó el compromiso con la defensa de la soberanía nacional frente a lo que calificó como «planes colonialistas».
Tras el pronunciamiento de Naim Qassem, miles de personas se movilizaron en las calles del sur de Beirut (capital del Líbano), como muestra de apoyo a las fuerzas de la resistencia libanesa.
La sesión del Consejo de Ministros de este martes, presidida por Joseph Aoun, duró más de tres horas y dejó en claro las profundas divisiones sobre el tema del control de armas. Mientras el Gobierno busca equilibrar presiones internacionales, Hezbolá mantiene su postura firme: cualquier medida debe surgir de consenso nacional y no debilitar las capacidades defensivas del país.
En tanto, el primer ministro libanés, Nawaf Salam, anunció que el Ejército libanés tiene la tarea de desarrollar un plan de implementación del embargo de armas controlado por el Estado antes de que finalice el año. El plan se presentará al Consejo de Ministros para su debate a más tardar el 31 de agosto.
Al respecto, el Gobierno retomará el debate sobre la propuesta estadounidense este jueves 7 de agosto. Salam afirmó el compromiso con la Resolución 1701 de la ONU, pero también el derecho a la legítima defensa ante agresiones.
Autor: teleSUR - BCB
Fuente: Al Mayadeen