Hamás acusa al primer ministro israelí de bloquear negociaciones de alto al fuego
Según Hamás, Benjamín Netanyahu está empeñado en prolongar una guerra inútil la cual ha dejado a su ejército estancado en la Franja de Gaza.

Hamás recordó el ofrecimiento de una propuesta de acuerdo integral, en el que se encuentra incluido el intercambio de prisioneros, cese de hostilidades y la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza. Foto: EFE
15 de julio de 2025 Hora: 03:32
El Movimiento de Resistencia palestino Hamás acusó el lunes al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de obstaculizar las negociaciones sobre un alto al fuego en la Franja de Gaza con el objetivo de evitar cualquier acuerdo político encaminado a poner fin al conflicto armado.
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Según Hamás, Netanyahu es un experto en frustrar arreglos y está empeñado en prolongar una guerra inútil la cual ha dejado a su ejército estancado en la Franja de Gaza, sin avances ni soluciones a la vista.
Desde la resistencia palestina han señalado que están librando una guerra de desgaste con tácticas innovadoras, las cuales sorprenden a las fuerzas israelíes a diario, rompen sus esquemas y le arrebatan la iniciativa militar.
También consideró una gran ilusión la supuesta victoria absoluta promovida por el primer ministro, una maniobra que busca encubrir una derrota política y militar evidente.
Hamás recordó el ofrecimiento de una propuesta de acuerdo integral, en el que se encuentra incluido el intercambio de prisioneros, cese de hostilidades y la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza.
Sin embargo, Benjamín Netanyahu rechazó la iniciativa y evadió toda posibilidad de una solución, señal interpretada por la resistencia palestina como una señal de mala fe.
Israel y Hamás no logran reactivar el proceso de negociación mediado por Qatar, Egipto y EE.UU., debido a las condiciones impuestas por el primer ministro, quien insiste en la destrucción total de la resistencia palestina y rechaza el cese al fuego sin la entrega de todos los rehenes.
Mientras tanto, la ofensiva israelí deja ya más 57.500 muertos palestinos, en su mayoría mujeres y niños, y provoca el colapso humanitario en Gaza.