Una nueva oleada de misiles lanzados por el Ejército israelí alcanzó este miércoles varios puntos estratégicos de la capital iraní, entre ellos la sede central de la Media Luna Roja Iraní (IRCS), en un contexto de máxima tensión regional y con la mirada puesta en un posible involucramiento militar directo de Estados Unidos.

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Medios iraníes confirmaron que los bombardeos israelíes impactaron instalaciones clave en Teherán, incluyendo zonas residenciales del noroeste y el edificio de la Media Luna Roja, donde las imágenes difundidas mostraron humo denso y daños estructurales severos en la entrada del complejo.

Hasta el momento no se han reportado víctimas fatales ni heridos, aunque las autoridades iraníes evalúan los daños mientras los equipos de emergencia trabajan en la zona.

Según fuentes militares citadas por la prensa oficial, las defensas aéreas iraníes fueron activadas en distintos sectores de la ciudad, incluida la zona de Natanz, donde se encuentra una importante instalación nuclear.

Cabe destacar que no es la primera vez que los ataques israelíes apuntan contra instalaciones humanitarias o trabajadores de la salud. El pasado lunes, recién iniciado el conflicto, Israel asesinó a tres trabajadores de la IRCS durante los bombardeos en el centro de Teherán.

Por su parte, el Ejército israelí confirmó que está llevando a cabo ataques «selectivos» contra objetivos militares del régimen iraní, pero evitó referirse específicamente al impacto sobre estructuras civiles o humanitarias, como la Media Luna Roja.

Igualmente mientras se intensifican los ataques, la posición de Estados Unidos sigue siendo incierta. Durante la jornada, el presidente Donald Trump afirmó que «puede o no» ordenar un ataque contra Irán, y exigió la «rendición incondicional» del programa nuclear iraní.

“Puede que lo haga. Puede que no lo haga. Quiero decir, nadie sabe lo que voy a hacer”, respondió el mandatario al ser preguntado por la prensa en la Casa Blanca sobre una posible intervención.

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