La ciudad de Deir al-Balah, situada en el corazón de la Franja de Gaza, se ha convertido en el epicentro del asedio israelí, con un aumento de víctimas que alcanzó las 42 en un solo día tras un ataque realizado por un dron militar, donde según fuentes locales, este ataque tuvo lugar durante una reunión civil.

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Como resultado de este ataque, seis personas perdieron la vida y varias más resultaron lesionadas. Los primeros bombardeos en la Franja se registraron a primera hora de la mañana en el barrio de Al-Tuffah, al este de Gaza, donde también se estaba llevando a cabo una concentración civil. Este evento fue interrumpido por bombas lanzadas desde el aire, que dejaron cuatro muertos.

Los heridos fueron trasladados al Hospital Árabe Al-Ahli, en un escenario que ya se ha vuelto complejo tras más de 20 meses de conflicto. La situación ha generado una nueva estrategia defensiva más agresiva, impulsada por la necesidad de redefinir el territorio mediante la expulsión o eliminación de los palestinos.

Simultáneamente a los ataques en Al-Tuffah, la desesperación por alimentos entre los gazatíes se convirtió en un pretexto para que las fuerzas de ocupación israelíes perpetraran una masacre contra civiles que aguardaban ayuda humanitaria al oeste de Beit Lahiya. El Ministerio de Salud reportó que 12 personas fallecieron y otras 50 resultaron heridas; estas últimas fueron llevadas al Hospital Al-Shifa en vehículos civiles y carros tirados por animales, siendo rescatadas por otros civiles presentes en el lugar.

Los habitantes, en este caso las víctimas, se habían reunido allí tras rumores sobre la llegada de camiones con ayuda de organizaciones internacionales. Sin embargo, lo que recibieron no fue asistencia humanitaria, sino un ataque con artillería pesada que arremetió contra la multitud de manera inmediata.

Este contexto ha llevado al Consejo de Seguridad de la ONU a exigir un alto el fuego por parte de Israel, especialmente considerando que Estados Unidos e Israel han implementado la Fundación Humanitaria de Gaza y otras medidas que responden a sus propios intereses.

Desde el inicio de la actual ofensiva de exterminio israelí en Gaza en octubre de 2023, se han documentado al menos 55.297 muertes palestinas y más de 128.426 heridos.

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