Al menos 19 personas han fallecido a causa de las inundaciones provocadas por las intensas lluvias que golpearon Kinsasa, la capital de la República Democrática del Congo (RDC).

Las autoridades de la República Democrática del Congo confirmaron la cifra de víctimas de esta nueva catástrofe natural que azota a la urbe. De acuerdo con medios locales, a última hora del sábado varias viviendas sufrieron derrumbes parciales e inundaciones, mientras que carreteras clave quedaron cortadas, especialmente en las comunas de Mbanza-Lemba y Ngaliema.

Cientos de familias han visto sus hogares seriamente afectados o destruidos, quedando muchas de ellas en la calle, como en el caso de residentes en más de 500 hogares inundados en Matete. El alcalde de Ngaliema, Fulgence Bolokome, confirmó a la radio Top Congo que 17 personas perdieron la vida en su comuna y dos importantes avenidas quedaron intransitables.

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Asimismo, su homólogo de Lemba, comuna que alberga el barrio de Mbanza-Lemba, reportó dos fallecimientos en esa área. La población de Kinsasa expresóp su preocupación ante la inusual intensidad y temporalidad de las lluvias. «Los efectos nefastos del cambio climático están a la vista: tenemos lluvias torrenciales más allá del mes de mayo. Esto no es normal, nunca hemos visto algo así», declaró Angélique Kahozi, una religiosa de 65 años y vecina de la capital.

Las imágenes difundidas a través de medios locales y redes sociales muestran calles completamente anegadas, vehículos cubiertos de agua y lodo y deslizamientos de tierra, reflejando la magnitud del desastre.

Esta no es la primera vez que Kinsasa, ciudad con aproximadamente 17 millones de habitantes, sufre los embates de las lluvias torrenciales. A principios del pasado abril, al menos 75 personas murieron por inundaciones que provocaron el desbordamiento del río Ndjili y el anegamiento del Boulevard Lumumba, la avenida más importante de la ciudad.

Tras la catástrofe de abril, las autoridades habían ordenado la demolición de infraestructuras y viviendas ilegales construidas en zonas de riesgo para prevenir futuras inundaciones. Sin embargo, a principios de mayo, la urbe fue azotada nuevamente por lluvias que cobraron la vida de 11 personas, y ahora, esta nueva emergencia a mediados de junio, eleva el número de víctimas mortales por eventos climáticos extremos en la capital congoleña.

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