Una masa de aire cálido procedente del norte de África ha elevado los termómetros por encima de los 40 grados centígrados en varias naciones del sur europeo, generando noches tropicales que no bajan de los 20 grados y jornadas que superan los 30.

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En Portugal e Italia, los servicios meteorológicos han activado la alerta roja en determinadas regiones, al considerar que las condiciones representan un riesgo muy alto para la población vulnerable. Según expertos italianos, este episodio podría prolongarse hasta finales de semana o incluso más.

En España, el calor extremo persistirá al menos hasta el jueves, con valores que rondarán los 36 a 38 grados en gran parte de la península y Baleares, y con picos de hasta 42 o 43 grados en el sur del país.

En Francia, se esperan temperaturas máximas de entre 37 y 40 grados en buena parte del territorio, de acuerdo con Météo-France.

La ministra francesa de Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher, definió estos episodios como “situaciones sin precedente”.

En el Reino Unido, Londres y sus alrededores se preparaban para cerrar junio como el mes más cálido registrado, con previsiones que rondaban los 34 grados. Esta situación coincidía con el inicio del torneo de tenis de Wimbledon, cuyos organizadores recordaron la vigencia de la llamada “regla del calor”, que permite a los jugadores pedir pausas de 10 minutos si la temperatura supera los 30,1 grados.

Alemania tampoco se libra de la intensidad de esta ola cálida, especialmente en las zonas limítrofes con Francia y en el oeste y suroeste del país, donde se prevé que el pico de calor llegue el miércoles con registros superiores a los 35 grados.

En Suiza, los valles y las zonas bajas, como la región del lago Lemán, son las más afectadas. La ciudad de Ginebra implementó medidas de apoyo, como la entrada gratuita a piscinas públicas y salas de cine para personas mayores mientras dure el fenómeno.

En Bélgica, se anticipan temperaturas excepcionales para principios de julio, que podrían escalar hasta los 40 grados el miércoles, antes de volver a valores máximos por debajo de los 30.

En la República Checa se vive un episodio inusual para finales de junio, mientras que en Austria se espera que la intensidad del calor aumente a lo largo de esta semana.

En tanto, en Grecia, la situación se ha estabilizado, tras varios días de temperaturas extremas; y en Serbia, se prevé que los valores se sitúen entre los 30 y 35 grados entre martes y miércoles, con un repunte aún mayor a partir del jueves, cuando podrían alcanzarse los 39 grados.

En Croacia, las temperaturas volvieron a subir tras una breve tregua, y en Macedonia se estima que el fin de semana los termómetros podrían situarse entre 38 y 40 grados.

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