Barcelona fue escenario de una nueva movilización en apoyo a Palestina, con estudiantes y activistas reuniéndose en distintos puntos de la ciudad ubicada en el norte de España. En el campus de la Universidad de Barcelona, en el barrio del Raval, se llevó a cabo una manifestación estudiantil que recuerda las acampadas del año pasado en el país y otras partes del mundo. 

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La protesta se extendió hasta la Plaza Universidad, donde se realizó un acto en solidaridad con la causa palestina.

Posteriormente, otra manifestación tuvo lugar en el campus de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), donde los estudiantes fueron convocados a instalar tiendas de campaña para pasar la noche y realizar una acampada en apoyo a Palestina. Esta acción busca visibilizar la situación en Gaza y denunciar el comercio de armas entre la Unión Europea e Israel.

Los manifestantes pusieron énfasis en las promesas incumplidas del Gobierno español respecto a la suspensión del comercio militar con Israel. La protesta también señaló la complicidad del Gobierno en la continuidad de estos acuerdos armamentísticos, exigiendo medidas concretas para detener el genocidio contra la población palestina

La acampada por Palestina regresó al campus de la Universidad Complutense, un año después de su primera edición, y abrió sus puertas a cualquier persona comprometida con la causa. Los participantes denunciaron las dificultades que enfrentan, como la falta de acceso a baños y duchas, mientras continúan organizándose en grupos de limpieza, cocina y difusión.

Esta movilización forma parte de una red global que incluye universidades en Oxford, Bélgica y los Países Bajos, demostrando que la solidaridad con Palestina sigue creciendo más allá de las aulas. En paralelo, el Congreso español aprobó una proposición de ley para embargar armas a Israel, presentada por Sumar, Podemos y otros socios parlamentarios, lo que podría significar un cambio en las relaciones militares con el Estado israelí. 

Desde el campus de Ciudad Universitaria, los manifestantes insisten en que su objetivo es claro: romper el silencio, presionar al gobierno y detener el conflicto en Gaza. La movilización continúa, sin fecha de finalización, con la esperanza de generar un impacto en la política española y en la comunidad internacional.

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