Más de 300 activistas y defensores de los derechos humanos protagonizaron enfrentamientos con fuerzas policiales en la ciudad estadounidense de Los Ángeles mientras protestaban contra redadas antinmigrantes realizadas la víspera, con saldo de al menos 44 personas detenidas.

Violentos operativos contra personas migrantes tuvieron lugar este viernes en la referida urbe californiana, realizados por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) con apoyo de otras agencias federales como el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Administración de Control de Drogas (DEA).

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Se usaron agentes camuflados y vehículos blindados. De acuerdo con reportes de medios, los policías usaron gas pimienta y granadas aturdidoras para dispersar a quienes se manifestaban.

Los agentes utilizaron porras para golpear a los manifestantes, que protestaban pacíficamente contra las redadas en las inmediaciones del Edificio Federal. Algunos de estos resultaron heridos cuando se lanzaron delante de vehículos del ICE para impedir que se llevaran a los detenidos, que se encontraban trabajando cuando fueron secuestrados.

A través de un comunicado, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, denunció el accionar policial y manifestó que únicamente consigue sembrar el terror.

Advirtió que no permitirán que continúen produciéndose arrestos masivos en la ciudad: «Me siento completamente encolerizada por lo que ha ocurrido. Estas tácticas siembran terror en nuestras comunidades y perturban los principios básicos de seguridad en nuestras ciudades«, apuntó a través de la red social X.

Entre los más de 40 detenidos durante las redadas se halla un dirigente sindical, David Huerta, presidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio-Trabajadores de Servicio Unidos Oeste.

A través de una declaración que difundió el gremio, Huerta -quien tuvo que ser atendido por lesiones causadas durante la detención- manifestó: «Todos juntos debemos oponernos a esta locura porque esto no es justicia. Esto es injusticia. Y todos debemos estar del lado correcto de la justicia».

Días atrás, autoridades estadounidenses confirmaron que intensificarán las redadas contra migrantes, de modo que el ICE realice al menos 3.000 arrestos al día. Sin embargo, las detenciones de trabajadores que no suponen un riesgo a la comunidad han comenzado a generar gran rechazo.

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