Elecciones Municipales en Venezuela: «El chavismo fortalece su arraigo mientras la oposición se desmorona»
Franco Vielma, en entrevista exclusiva con teleSUR, analiza el escenario electoral venezolano, la debilidad histórica de la oposición y la vigencia del PSUV.

El chavismo busca expandir el número de alcaldías en las próximas elecciones e imitar la victoria de las recientes elecciones regionales. Foto: EFE
20 de julio de 2025 Hora: 14:00
Franco Vielma, analista político del medio venezolano Misión Verdad, responde a teleSUR sobre los tópicos claves de las próximas elecciones municipales y desmenuza el actual momento político, marcado por la desintegración de la oposición y la resiliencia del proyecto bolivariano frente al bloqueo económico.
335 termómetros políticos
Para Vielma, en Venezuela «las elecciones siempre suelen ser un termómetro del momento político«, pero agrega que cada elección es distinta entre sí, tanto por su contexto por los cargos a elegir. De hecho, en los últimos años se registró «un fuerte viraje a las formas de organización popular, comunera, y formas de co-gobierno», lo cual profundiza la democratización real y la participación del pueblo en las decisiones del Estado.
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Sin embargo, Vielma apunta que los alcaldes siguen siendo reconocidos como responsables políticos y garantes de la gestión de gobierno y allí reside su particularidad: «el elector que vota en municipales, suele ser más pragmático y vota para premiar o castigar a funcionarios, o para generar un cambio en su cotidianidad local».
Y continúa: «Por lo tanto, no hay un termómetro único nacional, hay 335 termómetros municipales que confluyen en una misma fecha electoral y eso es un indicador de las dinámicas políticas generales del país.»
Una oposición débil y fragmentada
Para el analista, la oposición electoral en Venezuela se encuentra «en franco proceso de sedimentación política, tocando fondo«. De hecho, considera que el estado actual de la oposición es tan grave, que incluso sus más duros bastiones electorales históricos, podrían ser ganados por candidatos chavistas y algunas alcaldías como las de Chacao, Baruta, El Hatillo, Lecherías y San Diego – todos ellos municipios claramente opositores- podrían pasar a manos del oficialismo este año.
Para el investigador, la crisis de los sectores opositores se deben en gran medida a los llamados de amplios sectores de la oposición a que la población no participe. Según Vielma, «las inercias abstencionistas han hecho un enorme daño, al destruir las orgánicas electorales, territoriales. Y esto no es por el llamado de María Corina Machado, esto existe desde 2018 y se ha incrementado, porque ciertas oposiciones entran y salen del ruedo electoral, dejando cautivos a sus seguidores y debilitando las formas de asociación política, acumulando un declive de sus capacidades territoriales y sectoriales».
En ese sentido, Vielma señala que hay una pérdida de vínculos entre partidos opositores, dirigentes opositores y sus simpatizantes. En tanto, «lo poco que quedaba de la orgánica opositora tomó forma de Comanditos durante 2024 y ahora María Corina Machado los puso en estado de coma inducido, generando una parálisis de desencanto e incertidumbre. Mientras que otros partidos perdieron capacidad de construir proselitismo y política de base.»
Otro factor que afecta a la oposición es el alto nivel de fragmentación. «Hay al menos 3 coaliciones opositoras, con partidos débiles, liderazgos débiles, sin oferta realista, sin capacidad de liderazgo para superar el hartazgo y apatía de la base opositora» argumenta.
«En mis años como analista electoral no había visto un registro tan grave en 25 años, de debilidad, división y desorganización en las oposiciones», puntializa.
El impacto de las sanciones
Vielma señala que la sanciones tienen efectos diferentes según el tipo de electores. En los votantes opositores, este tipo de medidas son recibidas como una manera de desentenderse de la situación, y entender que la definición de los cargos «es un problema de las alturas políticas» y que su voto «poco influye en el resultado general de la situación nacional».
Entonces, paradójicamente, las sanciones bajan los ánimos de los votantes opositores, porque «ellos sienten que la situación está en manos de Trump, y no de ellos como electores.»
En el lado chavista pasa un fenómeno contrapuesto. «Las agresiones externas aglutinan al chavismo, los moviliza para reafirmar su postura. El chavismo logra canalizar mejor el descontento o la indignación que generan las sanciones.«
«La mayoría absoluta de la población rechaza las sanciones, pero solo el chavismo logra convertirlas en un vehículo político que deriva en organización, voto, denuncia y reafirmación de posturas», sintetiza Vielma.

Estrategias
El politólogo venezolano explica cuáles son las estrategias políticas y sociales del chavismo en la actualidad junto a las principales actualizaciones partidarias y organizativas para las próximas elecciones del 27 julio. «El chavismo sigue poniendo toda la carne en el asador, basándose en fortalecer su capacidad organizativa territorial y sectorial. Es su gran fortaleza política. Históricamente el chavismo suele ser más fuerte en las municipales si se compara con las oposiciones. Gana más cargos y gana más territorios«, describe Vielma.
Según detalla, esta capacidad obedece al estilo de hacer política de los alcaldes chavistas y del estilo de partido, sumamente «aterrizado y local», que es el PSUV.
En cuanto a actualizaciones partidarias y organizativas, el analista señala que «en muchísimos territorios, hay un relevo y cambio generacional del liderazgo en muchos territorios. Jóvenes, mujeres y dirigentes fogueados pero que no estaban en el tope, ahora están en primera línea en su espacio político. Hay un refrescamiento parcial que era necesario y es claramente apreciable hoy.»
La narrativa del abstencionismo
El experto venezolano sedespacha sobre «la abstención» anticipada por secotres opositores y la mediática internacional. Al respecto, afirma que «la abstención es y será considerable, mientras existan millones de electores fuera del país y que no votarán fuera de país».
Para él, esto se debe a la utilización de «criterios desactualizados» a la hora de definir el Registro Electoral Venezolano (REP), y apunta que «mientras existan millones de electores fuera del país que no votarán, seguirá apareciendo un nivel de abstención considerable.»
Razón por la cual, para evaluar la participación Vielma considera que «no se puede evaluar la participación solo sobre la base total del REP, sino sobre los inscritos que efectivamente están en el país”.
En tanto, sobre los diagnósticos que circulan en redes sociales o medios extranjeros sobre una supuesta «apatía generalizada» a las próximas elecciones, el analista indica que se realiza sin comprender la situación como «procesos sociológicos más profundos que, en una elección municipal, responden sobre todo a dinámicas locales.»
Y remata: “Vamos a tener 335 elecciones, con 335 realidades distintas. En muchos municipios, los opositores simplemente se abstendrán porque no tienen ánimo de votar por esas candidaturas. Son ofertas débiles, improvisadas, de partidos que se han alejado del terreno real o han jugado al abstencionismo. Si no convencen, no ganan. Simple”.
En tanto, Vielma advierte sobre la posibilidad de que elecciones críticas convoquen a una mayor proporción del electorado y toma el caso del estado Miranda, donde hubo alta abstención en mayo, pero que el próximo domingo «puede haber un repunte por miedo a perder alcaldías clave«.
Con todo esto, Vielma insiste en que, pese a las inercias abstencionistas y las campañas de desencanto promovidas desde fuera, las realidades locales seguirán siendo el factor clave que definirá los resultados del 27 de julio. La participación no se definirá por una consigna digital, sino por la relación entre gestión, territorio y vínculos políticos concretos. Ese sigue siendo el terreno donde el chavismo, asegura, conserva su mayor fortaleza.
Autor: TeleSUR - ah - NH
Fuente: teleSUR