El Papa León XIV ha designado al cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, como nuevo miembro del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, el órgano vaticano encargado de fomentar el entendimiento con otras confesiones religiosas.

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Junto a Pizzaballa, se integran al Dicasterio figuras eclesiásticas de alto nivel provenientes de más de veinte países. Entre ellos destacan el cardenal Tarcisio Isao Kikuchi, arzobispo de Tokio; el cardenal Dominique Joseph Mathieu, al frente del arzobispado latino en Irán; el arzobispo siro-católico Jacques Mourad, desde Homs (Siria); y el obispo Paolo Martinelli, vicario apostólico en la Península Arábiga.

Los nuevos miembros representan una diversidad geográfica que abarca desde Asia hasta África, pasando por América y Europa, incluyendo naciones como Brasil, Japón, Emiratos Árabes Unidos, Alemania, Vietnam, Sudáfrica, Irlanda y Sri Lanka.

Este nuevo nombramiento se suma a otro que recibió Pizzaballa el pasado 25 de junio, cuando fue incluido en la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

El Dicasterio para el Diálogo Interreligioso es una pieza clave en la diplomacia espiritual del Vaticano, cuyo objetivo es crear lazos de respeto y cooperación entre la Iglesia Católica y otras tradiciones religiosas en un mundo atravesado por tensiones culturales y creencias diversas.

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