Marcel Ciolacu anuncia su dimisión como primer ministro de Rumanía
Los índices de aprobación de George Simion le dieron una ventaja cómoda en la primera vuelta, pero no lo suficiente para evitar una segunda el 18 de mayo.

5 de mayo de 2025 Hora: 16:41
Rumanía vive un contexto complicado. Tras la victoria del líder de extrema derecha George Simion en la primera ronda de las elecciones, celebradas el domingo 4 de mayo, el primer ministro Marcel Ciolacu dimitió, alegando que la coalición que lidera ya no es legítima.
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El socialdemócrata Marcel Ciolacu anunció su dimisión como jefe de Gobierno el lunes 5 de mayo tras la primera vuelta de elecciones presidenciales en las que el ultranacionalista George Simion arrasó con el 40 por ciento de los votos, convirtiéndose en favorito para la segunda vuelta de los comicios.
Ciolacu recordó que la actual coalición de Gobierno se formó tras las elecciones parlamentarias de diciembre y después de que el Tribunal Supremo cancelara la primera ronda de las elecciones presidenciales celebrada a fines de noviembre de 2024, debido a supuestas “injerencias rusas”, ordenando la repetición del proceso electoral, cuya primera ronda aconteció el domingo 4 de mayo.
Según el ya ex mandatario socialdemócrata, los dos principales objetivos de la alianza tripartita que subió al poder eran «formar un Gobierno con un primer ministro del PSD» y «tener un candidato común para el cargo de presidente de Rumanía», pero esta segunda meta no se logró.
«Esta coalición ya no es legítima, así que presento mi renuncia», explicó Ciolacu a la prensa, tras participar en una reunión con su partido PSD (socialdemócrata), que gobierna en coalición con el Nacional Liberal (PNL, de centroderecha) y la Unión Democrática de los Húngaros de Rumanía (UDMR).
Ciolacu se refirió al fracaso de Crin Antonescu, el candidato común de PSD, PNL y UDMR, que quedó tercero y con ello fuera de la segunda vuelta de la votación, anunciando que los socialdemócratas no apoyarán oficialmente a ningún candidato en la segunda vuelta de las presidenciales.
«A propuesta de muchos compañeros con experiencia política dentro del partido, tomamos la decisión de no apoyar públicamente a uno de los dos candidatos en la segunda vuelta. Cada simpatizante del PSD votará como quiera, según su propia conciencia», expuso.
Por su parte, el líder de extrema derecha, George Simion, asumió un papel importante en la repetición electoral tras la anulación de las pasadas elecciones del 24 de noviembre y ostenta un rol de herencia política del ultranacionalismo.
Fundador de la plataforma ´Acción 2012’, ha imitado en su campaña al mandatario estadounidense Donald Trump, con lemas como “Rumanía primero” y llegó a ser declarado persona non grata en Ucrania y Moldavia; siendo este último país un territorio del que Simion promueve la anexión.
Una de sus acciones populistas fue la “Caravana Médica”, con la que llevaba atención sanitaria gratuita a zonas rurales del país desatendidas, al estilo de las apariciones de Mussolini en el campo italiano en la Europa de entreguerras.
A nivel internacional, de hecho, tiene una fuerte alineación con la líder ultra Giorgia Meloni, participando en foros ultranacionalistas globales.
Crisis política en Rumanía
Rumanía, país clave para la OTAN en Europa del Este, enfrenta una fuerte tensión política tras las elecciones presidenciales. El cargo presidencial tiene un peso importante, especialmente en temas de defensa y relaciones internacionales, por lo que estas elecciones definen el rumbo geopolítico del país.
En noviembre pasado, el candidato Calin Georgescu, crítico de la OTAN, ganó la primera vuelta. Su postura generó reacciones inmediatas: fue acusado de tener vínculos con Rusia, pero las autoridades rumanas como el Kremlin negaron cualquier injerencia.
Pese a su victoria, los resultados fueron anulados en diciembre y Georgescu fue perseguido políticamente. Fue arrestado en febrero y, aunque luego liberado con restricciones, se le prohibió participar en nuevas elecciones. Esta medida provocó protestas internas y reacciones encontradas tanto de Estados Unidos como de Rusia.
La situación refleja la creciente tensión entre las potencias occidentales y quienes proponen una política exterior independiente en Europa, abriendo interrogantes sobre la soberanía democrática en contextos de alta presión geopolítica.
Autor: teleSUR: ah - MMM
Fuente: Agencias