La marcha se da en respuesta a un llamado de sindicatos y del pueblo palestino en general y tiene como objetivos principales atraer la atención mundial sobre la crisis humanitaria en Gaza, así como presionar a los gobiernos del mundo para que se logre la entrada de ayuda humanitaria, exigir un alto al fuego definitivo y denunciar enérgicamente lo que consideran las «atrocidades cometidas por el régimen de Israel» contra el pueblo palestino.

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La periodista y militante Hindú Anderi, quien lidera la delegación venezolana que actualmente se encuentra en Madrid, España, precisó que los integrantes de la misión, con el apoyo de la Marcha Global y de instituciones del Estado venezolano, lograron concretar su asistencia a este evento mundial. «Venezuela es vanguardia en la solidaridad con los pueblos del mundo, y con Palestina especialmente. No podíamos dejar de formar parte de este ejército amoroso, solidario, digno, valiente y consciente que hoy se moviliza por miles», expresó Anderi, quien también es Coordinadora de la Plataforma Internacional de Solidaridad con la Causa Palestina.

Esta Plataforma, es una iniciativa venezolana que, según Anderi, «se expande como crece cada día la solidaridad con la lucha de liberación del pueblo de Palestina», demuestra el compromiso del país caribeño con esta causa. La representación de la delegación venezolana está conformada por alrededor de 11 representantes de movimientos sociales del país.

Esto se da en un contexto tras un giro denunciado por Philippe Lazzarini, comisionado general de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), quien señaló a la Fundación de Ayuda Humanitaria, creada por Estados Unidos e Israel, como una «artimaña» utilizada para el desplazamiento forzoso de la población en Gaza»

Según la denuncia, esta fundación obliga a miles de personas hambrientas a desplazarse hacia áreas devastadas por intensos bombardeos israelíes. Esta «alternativa» se habría convertido el pasado martes en un «arma de destrucción masiva» y una «flagrante violación de la dignidad humana», forzando a los ciudadanos a huir en medio de una crisis humanitaria sin precedentes. Desde su inicio el 27 de mayo, este plan ha provocado más de 130 muertes, con ejemplos recientes en Rafah y el centro de la Franja de Gaza.

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