La coalición gobernante del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, enfrenta una grave crisis tras la decisión del partido ultraortodoxo Degel Hatorah (también conocido como Degel HaTorah o Bandera de la Torá) de abandonarla; lo que se produce debido al fracaso de un proyecto de ley que buscaba eximir del servicio militar a los estudiantes de la Torá.

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La salida de este partido, que es una de las dos facciones de Judaísmo Unido de la Torá (VTJ), reduce drásticamente la mayoría de Netanyahu en el parlamento, la Knéset, a tan solo un escaño (61 de 120).

La exención del servicio militar para los judíos ultraortodoxos es una fuente de profunda división en Israel durante décadas; que se originó cuando el primer ministro David Ben-Gurión autorizó la exención para aproximadamente 400 hombres ultraortodoxos dedicados al estudio de la Torá y los textos sagrados.

El Tribunal Supremo israelí revocó esta exención el año pasado, dictaminando que el antiguo sistema constituía una discriminación contra la mayoría secular y que el Gobierno de Netanyahu debía alistar a los ultraortodoxos si no se aprobaba una nueva ley que codificara las exenciones.

A pesar de que 7.000 órdenes de reclutamiento fueron enviadas a miembros de la comunidad ultraortodoxa en 2024, menos de 700 nuevos reclutas completaron el proceso de alistamiento.

La renuncia de los ministros de Degel HaTorah no se hará efectiva hasta 48 horas después de la presentación de sus cartas de dimisión; y los ortodoxos ya pusieron sus condiciones para un posible retorno, exigiendo la cancelación de las decenas de miles de órdenes de reclutamiento enviadas a jóvenes estudiantes de los institutos talmúdicos (yeshivot).

Esta situación podría agravarse si el partido sefardí Shas, otro socio ultraortodoxo y aliado de Degel Hatorah, también decide abandonar la coalición, lo que provocaría que Netanyahu perdiera su mayoría parlamentaria.

La actual inestabilidad política podría conducir a elecciones anticipadas.

Si bien no se esperan en los próximos meses, los expertos sugieren que los comicios regulares, previstos para finales de 2026, podrían adelantarse a principios del próximo año.

En estos momentos, Netanyahu se encuentra en una crisis gubernamental, balanceando las presiones internas de su coalición para mantener en el poder.

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