Mientras en Popayán las comunidades instalan mercados campesinos para visibilizar la economía popular, en Barrancabermeja los trabajadores petroleros tomaron una refinería. Las dos acciones se unen en la convocatoria nacional en favor de las reformas sociales y el respaldo a la consulta popular promovida por el gobierno de Petro.  

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En el corazón del suroccidente colombiano, Popayán se convierte en escenario de una protesta que combina denuncia política y construcción comunitaria. Jonathan Enrique Centeno Muñoz, docente universitario y líder social y de Derechos Humanos, explica desde un puesto de verduras orgánicas instalado en plena plaza central:  «Las organizaciones que integramos el Proceso de Unidad Popular del Suroccidente convocamos a este paro como respuesta al bloqueo institucional de grupos empresariales y políticos que legislan para sus intereses.”

“Estamos aquí, en las calles, en un ejercicio de economía popular y campesina, elevando nuestra identidad y reclamando mecanismos de participación como la consulta popular», manifiesta rodeado de verduras producidas por campesinos e indígenas de la región.

Mientras Centeno expresaba a teleSUR su denuncia desde la montañosa región del Cauca, en las tierras ardientes del Magdalena Medio trabajadores petroleros ingresaron a una de las refinerías de Barrancabermeja, la cual se encontraba totalmente paralizada como parte de la huelga nacional de 48 horas, convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y otras organizaciones sociales.

Edgar Mojica, vicepresidente de la CUT, relata desde las instalaciones de la refinería de Barrancabermeja:  «Esta movilización es una respuesta de la lucha de clases. La oligarquía y sus congresistas, en cabeza del Consejo Gremial Nacional, hundieron la reforma laboral y la consulta popular. Por eso estamos aquí: porque cuando las instituciones fallan, el pueblo actúa.»

El objetivo de la manifestación es romper el bloqueo legislativo que impide la aprobación de la reforma laboral y otras iniciativas sociales del gobierno de Gustavo Petro, y respaldar la consulta popular como mecanismo democrático para sortear la oposición del Congreso.   

Centeno no duda en señalar como responsables del estancamiento a la familia Char, del Grupo Olímpica S.A., a quienes señala de tener “vínculos con el paramilitarismo y la manipulación de procesos electorales”.

También apunta contra el salvadoreño Grupo Calleja, accionistas mayoritarios de la mayor cadena de mercados de Colombia, Almacenes Éxito y a los que señala de ser cómplices de torturas durante el estallido social de 2021. 

“Frente a esto, nuestra respuesta es implacable; la respuesta el movimiento social es implacable” expresa Centeno, “las jornadas de movilización son convocadas por nuestras organizaciones, porque estamos diciéndoles que las reformas que está impulsando el gobierno del presidente Petro son un mandato del pueblo.«

Mojica también apunta contra el empresariado como responsable de sabotear las reformas laborales; pero señala que la respuesta no será la pasividad: “Esto no es solo un paro, es una advertencia: no permitiremos que un remedo de reforma laboral pase por encima de nuestros derechos.» 

A la par, miles de personas se convocan en el centro de Bogotá en el primer día de paro nacional este miércoles, mientras se realizan múltiples bloqueos. Lo atípico, entre los manifestantes está el propio ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, quien manifestó en sus redes sociales: «Con alegría y convicción acompañamos el Paro Nacional, convocado por organizaciones sociales, sindicales y populares, en defensa de los derechos de las y los trabajadores».

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