El primer ministro de Países Bajos, Dick Schoof, presentó su dimisión este martes tras el colapso del Gobierno de coalición liderado por la extrema derecha. La ruptura, impulsada por el líder del Partido por la Libertad (PVV), Geert Wilders, expone una vez más cómo la política migratoria y el auge de fuerzas xenófobas están desestabilizando a los regímenes europeos.

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Schoof, quien asumió el poder hace apenas un año como parte de un acuerdo inédito entre cuatro partidos de derecha, anunció su renuncia tras confirmar que «ya no hay suficiente apoyo parlamentario para este gabinete» tras la salida del PVV.

La coalición, que había nacido con la promesa de endurecer las medidas contra la migración, no resistió las presiones del ala más radical del bloque, que exigía acciones inmediatas como cerrar las fronteras con Alemania y Bélgica, deportar migrantes y revocar permisos de residencia temporales.

Wilders, que lideró la formación con más escaños en las elecciones de noviembre de 2023, la primera victoria de la ultraderecha neerlandesa desde la Segunda Guerra Mundial, acusó a sus socios de no comprometerse con su plan de “detener el tsunami migratorio”. “No hay firmas bajo nuestros planes de asilo. El PVV abandona la coalición”, escribió en su cuenta de X.

Cabe destacar que las negociaciones entre el PVV, los liberales del VVD, los democristianos del NSC y el partido de los granjeros (BBB) fueron tensas desde el principio.

Aunque se había acordado endurecer la política migratoria, Wilders exigía medidas aún más extremas, como el despliegue del ejército en las fronteras y la expulsión de ciudadanos con doble nacionalidad que violaran la ley.

El lunes, la ministra de Asilo y Migración, la también ultraderechista Marjolein Faber, recibió el encargo de impulsar estas propuestas. Pero para Wilders, no era suficiente. Este martes, en una nueva ronda de negociaciones que duró apenas 15 minutos, oficializó el abandono del PVV de la coalición.

Desde el resto de partidos llegaron duras críticas. «Esto es superirresponsable», afirmó la líder liberal Dilan Yeşilgöz. Caroline van der Plas, del BBB, señaló que Wilders «eligió su ego antes que al país». Para Nicolien van Vroonhoven, del NSC, la decisión fue «incomprensible».

Lo ocurrido en Países Bajos se suma a una creciente tendencia en Europa: el ascenso de fuerzas de ultraderecha que utilizan el discurso antimigrante como eje de su poder político, muchas veces a costa de romper consensos y debilitar las instituciones democráticas.

Las elecciones europeas de junio de 2024 ya habían dejado señales claras: partidos como Agrupación Nacional en Francia, Alternativa para Alemania (AfD), Fratelli d’Italia y Vox en España han logrado avances significativos.

Según los procedimientos institucionales, el rey Guillermo Alejandro deberá aceptar la renuncia del gabinete, mientras el país se encamina a nuevas elecciones anticipadas. Dick Schoof permanecerá como primer ministro en funciones hasta la formación de un nuevo gobierno.

Desde La Haya, Schoof lamentó la ruptura: “Este es un paso que podría haberse evitado. El país enfrenta crisis graves como la migración y la vivienda, y no hay tiempo que perder”.

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