Miles de palestinos irrumpieron este martes en un centro de distribución de ayuda estadounidense-israelí en la ciudad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza, con el objetivo de obtener alimentos tras casi tres meses de bloqueo por parte del régimen genocida de Israel, informan medios árabes.

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Los propios medios locales apuntan que los trabajadores del centro perdieron el control poco después de la apertura del lugar, y la situación escaló cuando se disparó munición real para dispersar a la multitud.

Videos compartidos en redes sociales por activistas pro-palestinos muestran a civiles, incluidos niños, huyendo bajo disparos en un contexto catalogado de desesperación por la comunidad internacional y las organizaciones internacionales.

En ese sentido, Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) subrayó al respecto que “lo que se necesita es la reapertura de todos los cruces a Gaza, un entorno seguro dentro de Gaza y una facilitación más rápida de las misiones humanitarias”, haciendo referencias a posibles soluciones a la situación.

Informes generados por los medios locales indican que los almacenes de ayuda están prácticamente vacíos, y los cruces cerrados impiden la entrada de nuevos suministros, lo que secunda la opinión de Laerke.

Todo el tenso escenario en la Franja de Gaza sucede mientras las negociaciones de tregua permanecen estancadas y la crisis humanitaria en Rafah y otras zonas de la Franja se agudiza.

Desde el inicio del genocidio en octubre de 2023, el régimen de Israel con los constantes ataques ha asesinado a más 53.000 palestinos, según informes del Ministerio de Sanidad de Gaza.

De ellos, apunta el ente, la mayoría son mujeres y niños, mientras que el número de muertos no es del todo preciso, pues otros miles no contabilizados se encuentran bajo los escombros.

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