En una continuación del respaldo ofrecido por los habitantes de Barcelona a la causa palestina, el Ayuntamiento de la ciudad catalana anunció este viernes que rompe todos sus lazos institucionales con la entidad sionista debido a su campaña de exterminio y limpieza étnica en la Franja de Gaza.

Esta decisión, plasmada en una declaración institucional, es una respuesta directa a los continuos y brutales ataques contra la población en Gaza, calificados como genocidio por la comunidad internacional y las propias autoridades barcelonesas.

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El alcalde de la ciudad, Jaume Collboni, fue enfático al manifestar que los niveles de “destrucción y crueldad” de la ofensiva israelí, el “grado de sufrimiento” de la población y los “asesinatos masivos e indiscriminados” hacen “inviable ninguna relación” entre la ciudad española e Israel.

«Gaza pertenece a los palestinos, es la tierra de los palestinos», instó Collboni, dejando clara la postura de la ciudad.

La declaración condena explícitamente los ataques sionistas contra la población civil palestina y su desplazamiento forzoso. Fue promovida por los grupos socialista y de los comunes, y que recibió el rechazo del Partido Popular (PP) y Vox, así como la abstención de JuntsxBarcelona.

La iniciativa incluye medidas concretas como la ruptura del acuerdo de amistad y colaboración que regulaba la relación con la ciudad de Tel Aviv.

Además, se suspenden las relaciones institucionales con el actual Gabinete israelí “hasta que se restablezca el respeto al Derecho Internacional y al Derecho Internacional humanitario, y se garantice el respeto a los derechos básicos del pueblo palestino”.

El Ayuntamiento de Barcelona va más allá, prohibiendo cualquier relación municipal con empresas privadas que operen ilegalmente en asentamientos israelíes, identificadas en el informe de la Oficina del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH).

Los asentamientos de colonos construidos en tierras ocupadas, legítimamente palestinas, son considerados ilegales por la comunidad internacional.

Asimismo, impedirá que barcos involucrados en el tráfico de armas con Israel anclen en el puerto de Barcelona. La ciudad también demanda un embargo de armas a Israel, un alto el fuego inmediato en Gaza, la entrada urgente de ayuda humanitaria y la reconstrucción del devastado enclave costero palestino.

El movimiento de resistencia islámica palestino Hamás y el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) saludaron la decisión tomada por el Ayuntamiento de Barcelona. La consideraron un paso valiente y en favor de la justicia y los derechos del pueblo palestino.

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