En una entrevista con teleSUR, el politólogo Álvaro Villarraga analizó el complejo escenario que atraviesa Colombia tras el reciente intento de asesinato contra el senador opositor Miguel Uribe Turbay y el impacto del suceso en un contexto marcado por la apuesta del presidente Gustavo Petro a la movilización popular para destrabar los proyectos de reforma social bloqueados por la oposición en el Congreso.

LEA TAMBIÉN:

¿Qué se sabe del atentado contra Miguel Uribe Turbay?

Tras el atentado, sectores opositores señalaron la polarización política —supuestamente exacerbada por el llamado del mandatario a la movilización— como causa del ataque. Frente a esto, Villarraga destacó la actitud conciliadora de Petro y examinó las estrategias de la derecha para frenar las reformas del gobierno.

Un país en alta tensión política

Villarraga inició su análisis señalando que Colombia vive una “altísima tensión política”, derivada del choque entre las reformas propuestas por Petro —respaldadas por movilizaciones populares— y los intentos de bloqueo por parte de sectores institucionales y de derecha.

“Han sido matrices mediáticas inmensas y muchas maniobras de sectores de derecha y extrema derecha para frenar las reformas”, afirmó. Subrayó que en juego está si Colombia avanza hacia un modelo más equitativo o si perpetúa su condición de tercer país más desigual del mundo.

Lo dicho aquí en el trino de abajo, es casi toda la verdad, solo que se dijo algo que había dicho antes de la decisión de la plenaria de senado al suspender sus sesiones hasta el miercoles. Eso me hizo decir, que dado que significa prácticamente que ni consulta ni reforma laboral… https://t.co/8F056bq6mt

— Gustavo Petro (@petrogustavo) June 10, 2025

Sobre el atentado contra el senador del Centro Democrático, principal partido de oposición, Villarraga calificó el hecho como “sospechoso”, dado el bajo perfil político del legislador dentro de su partido: “Extrañamente es baleado, y en estos últimos dos días todos los sectores de derecha han pretendido culpar al gobierno Petro y a las fuerzas movilizadas”.

Sin embargo, recalcó que “no hay pruebas” que respalden las acusaciones contra el Ejecutivo y advirtió sobre la posibilidad de que se trate de una “provocación” para desestabilizar al gobierno.

Búsqueda de consensos

Frente a la crisis, Villarraga elogió la estrategia de Petro, quien optó por “bajar los ánimos” y promover el diálogo. El gobierno convocó a una reunión con múltiples partidos —especialmente de centro e izquierda— para revisar las garantías electorales y avanzar en las reformas.

El analista resaltó cuatro puntos clave planteados por el Ejecutivo:

1. Investigación exhaustiva del atentado.
2. Llamado a la moderación en el lenguaje político.
3. Acelerar la votación de la reforma laboral, negociando con la oposición.
4. Evaluar la necesidad de una consulta popular, según el avance legislativo.

Para Villarraga, con estas medidas, “el presidente Petro asume una actitud ponderada y busca acuerdos sin renunciar a las reformas”. Destacó que el gobierno promueve un “gran acuerdo nacional” basado en tres ejes: paz, Estado social de derecho y justicia social.

La derecha en la encrucijada

El analista señaló que los partidos tradicionales —como el Liberal, Conservador y Cambio Radical— han intentado “sabotear los diálogos”, pero la estrategia gubernamental los obliga a elegir: bloquear las reformas (asumiendo el costo político) o permitir su avance para evitar una consulta popular.

“Si permiten la reforma laboral, podría no ser necesaria la consulta”, explicó Villarraga, enfatizando que Petro busca “normalizar el debate político sin violencia” —un objetivo crucial en un país donde la izquierda ha sido históricamente perseguida.

En medio de la polarización, el llamado del analista fue claro: “Colombia debe resolver sus diferencias en el ámbito político, no con violencia”.

EN ESTA NOTA: