La protesta, iniciada a las 11 de la mañana, busca denunciar la «quita de derechos laborales» dispuesta por el Gobierno nacional de Javier Milei, en la primera jornada de las vacaciones de invierno. Aunque en principio no se espera que afecten la operatoria de vuelos, la situación genera gran tensión.

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La jornada incluirá una conferencia de prensa donde los sindicatos expondrán cómo la Administración de Milei está presionando a pilotos, tripulantes y técnicos mediante el aumento de horas de trabajo, la reducción de tiempos de descanso y el recorte de vacaciones, entre otras medidas.

La acción unió a los cinco gremios del sector: la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), la Unión del Personal Superior Aerocomercial (UPSA), la Asociación de Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (Atepsa) y la Asociación de Trabajadores del Estado en la Administración Nacional de Aviación Civil (ATE-ANAC).

Aeropuertos Argentina, por su parte, aseguró que la actividad no se verá interrumpida, a pesar de que algunos medios de comunicación oficialistas han instalado la posibilidad de demoras y complicaciones en los vuelos, justo en un momento de alta afluencia de pasajeros.

La incomodidad de los gremios comenzó con la publicación del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 378/2025 en junio pasado. Este DNU reemplaza al 877/2021, que establecía condiciones de trabajo más favorables a los derechos laborales. Las nuevas normativas empeoran aspectos clave del régimen de trabajo, aumentando las exigencias sobre el personal de vuelo:

Aumento de horas de vuelo: De 8 a 10 horas por día y de 800 a 1.000 horas al año.

Reducción del descanso semanal: De 36 a 30 horas.

Limitación de vacaciones: A 15 días corridos, suprimiendo la posibilidad de acumular hasta 45.

No cómputo de tiempos de espera: Los tiempos de espera y traslado previo al vuelo dejarán de computarse como parte de la jornada laboral.

Aunque el DNU debía entrar en vigencia a los 30 días de su publicación, el Gobierno postergó su implementación a 90 días mediante la resolución 402/2025, buscando facilitar la transición a las empresas.

Los pilotos de APLA habían anunciado un paro nacional para el viernes 19 de julio, el cual fue suspendido por una conciliación obligatoria dictada por el Gobierno. Además, ATE denunció alrededor de 100 despidos en la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y un atraso salarial del 45% respecto de la inflación.

Atepsa, que representa a los controladores aéreos, también atraviesa un conflicto con la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) por 15 cesantías. Sin embargo, la tensión persiste, aunque una conciliación obligatoria frenó diez jornadas de retención de tareas.

La jornada de protesta busca no solo visibilizar el conflicto, sino también presionar al Gobierno para que revise las medidas implementadas en el sector. En tanto, la amenaza de nuevas acciones de fuerza sigue latente.

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