El Buró Federal de Investigaciones (FBI por su sigla en inglés) allanó el lunes la oficina de Michael Cohen, abogado personal del presidente estadounidense Donald Trump, en busca de pruebas sobre el caso Stormy Daniels.

Un día después Trump arreció sus amenazas contra Siria por el supuesto uso de armas químicas. Analistas coinciden en que es una práctica frecuente del mandatario generar polémica a lo externo para minimizar el impacto de la interna.

¿Quién es Stormy Daniels y por qué denunció a Trump?

Stormy Daniels es una actriz porno que afirmó haber tenido relaciones con Trump en 2006, aproximadamente en la época en la que su esposa, Melania Trump, estaba por dar a luz al hijo en común. Daniels relata que el presidente pagó por su silencio en un contexto electoral y ahora lo demandó por no dejarle contar sus supuestas aventuras en público.

Daniels dice que como parte del contrato de confidencialidad, recibió el pago de 130.000 dólares del abogado Cohen, pero en nombre de Trump. El abogado dice que él pagó el dinero de su bolsillo y por iniciativa propia, y que la cercanía de este pago con la fecha de las elecciones en Estados Unidos es pura coincidencia.

En el acuerdo de confidencialidad que firmó Daniels se alteraron los nombres. La demandante aparece como Peggy Peterson y Donald Trump como David Dennison.

TIME’s new cover: Donald Trump relied on Michael Cohen to weather the storm. Now the President is on his own https://t.co/Z8L5fYLuCO pic.twitter.com/UfTcklwg41

— TIME (@TIME) 12 de abril de 2018

¿Por qué es importante?

Aún no está clara cuál es la gravedad del pago que hizo Cohen a Daniels, pero el hecho de que el FBI interviniera ante la confidencialidad de abogado (Cohen) y cliente (Trump) refiere a que hay serios indicios de comisión de delitos.

Daniels también demandó a la sociedad Defendan Essential Consultants LLC, que se sugiere que fue creada por Cohen para ocultar de dónde salía el dinero para comprar el silencio.

El analista político y director de Infoaméricas Patricio Zamorano explica, en entrevista para TeleSUR, que si se comprueba que los pagos se hicieron para beneficiar a Trump en su campaña electoral, constituiría un delito debido a que ese tipo de gastos son regidos de una manera estricta y deben ser declarados.

"Si se llegaba a comprobar que Trump estaba en conocimiento del pago y se hizo para silenciar que ella hablara de la infidelidad ejecutada cuando su esposa estaba teniendo a su hijo, era un escándalo que afectaría en su campaña electoral. Si se encubrió para mejorar su votación es un delito", explicó Zamorano.

Dependiendo de si se comprueba la comisión de un delito, se determinaría el alcance de las consecuencias, que podrían llegar in extremis hasta un juicio político.

Un pasado ruidoso

Este no es el único pasado sexual de Trump que hace ruido en su gestión. Tras el escándalo de Daniels la exmodelo de Playboy Karen McDougal presentó la segunda denuncia contra el presidente por un acuerdo de confidencialidad que también le impide contar sobre la relación sostenida.

En este caso el pago se hizo a través de la revista pro Trump National Enquirer, que le compró su historia por 150.000 dólares y luego la engavetó, es decir, compró una historia que no publicaría. La demanda es directamente contra la editora que compró la historia, American Media Inc.

Además de las demandas, varias mujeres han declarado públicamente sobre tratos inapropiados por parte de Trump, abuso sexual, entre otros.