Autoridades nicaragüenses informaron este lunes que durante el fin de semana grupos violentos asociados a la derecha cometieron varios hechos delictivos, en diferentes departamentos de esa nación.

Pese a que persisten los sucesos violentos, la comisión mixta del diálogo nacional continúa trabajando este lunes con el fin de avanzar a la paz en la nación centroamericana.

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Para este lunes está previsto un encuentro de la comisión mixta a las 10H00 (hora local) en su primera sesión, convocada por la Conferencia Episcopal, que funge como testigo y mediadora de las conversaciones entre el Gobierno y al oposición. 

El pasado miércoles, la Conferencia Episcopal decidió suspender el diálogo hasta que no se estableciera una agenda de consenso que permitiera continuar con las conversaciones.

Mientras el Gobierno exige el inmediato cese de los tranques de calles y bloqueos de carretera, la oposición se niega a ceder.

Nicaragua, mantiene ambiente de tensa calma los tranques y hechos violentos continúan en el país provocados por grupos opositores según denuncias. Por medio de sus redes sociales La Conferencia Episcopal hace convocatoria.@ConexiontlSUR pic.twitter.com/2BE8FHFGZd

— María JosE Díaz (@MariateleSUR) 27 de mayo de 2018

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Según la Policía Nacional, los actos violentos de este fin de semana ocasionaron la muerte por impacto de bala del trabajador del Instituto Nacional Tecnológico (Inatec), Jorge Gastón Palacios, en el departamento de Boaco. 

Además, la escalada de violencia opositora también originó la quema de la casa zonal del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), así como daños al tendido eléctrico y la violación del derecho al libre tránsito.

Desde el pasado mes de abril, Nicaragua se ve envuelta en una ola de violencia que ha dejado al menos diez muertos y cientos de heridos, así como pérdida millonarias al patrimonio nacional.

Los sucesos violentos llevaron al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, a revocar las reformas de leyes del seguro social, pero, a diferencia de lo que se pensaba, la decisión no calmó la violencia que lidera la derecha.