El Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela expresó el enérgico rechazo del país ante el ingreso del buque USS Pinckney (DDG-91) a sus aguas jurisdiccionales.

LEA TAMBIÉN:

Venezuela rechaza uso político de mecanismo del Consejo para DD.HH. de la ONU

Mediante un comunicado difundido este jueves, la Cancillería venezolana denunció que el navío, un destructor clase Arleigh Burke, perteneciente al Comando Sur de la Armada estadounidense, navegó este miércoles en aguas de la Zona Contigua venezolana, a 16.1 millas náuticas de las costas de la nación.

La declaración denuncia, también, que el ingreso del barco fue furtivo y lo califica como un acto de provocación errático e infantil, además de violatorio del derecho marítimo internacional.

Otra cuestión resaltada por la Cancillería es que, al mismo tiempo que el USS Pinckney violaba la soberanía venezolana, la jefatura del Comando Sur acusaba en redes sociales a Venezuela de ejercer “excesivo control” sobre sus aguas jurisdiccionales.

“Las instituciones de la República Bolivariana de Venezuela, y en especial su Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), harán respetar la sagrada soberanía e integridad territorial del país a toda costa conforme con las leyes internacionales, contemplando todas las acciones que considere necesarias, sin caer en absurdas provocaciones que pretenden afectar la paz y tranquilidad de los venezolanos y venezolanas, así como de los pueblos latinoamericanos y caribeños” concluye el comunicado.

El USS Pinckney ingresó a aguas jurisdiccionales venezolanas este miércoles, sin solicitud ni autorización previa, y profundizó una milla náutica hacia la costa, pese a las advertencias y los avisos de la FANB.

Es la segunda situación de este tipo que se produce en menos de un mes. El pasado 23 de junio, el destructor USS Nitze, también del Comando Sur, se adentró igualmente en aguas jurisdiccionales venezolanas sin aviso ni autorización previa.