Un mínimo de nueve personas murieron y otras 13 resultaron heridas el sábado por los bombardeos lanzados por Turquía como parte de su “Rama de olivo”, una operación militar contra posiciones kurdas en Afrin, situado en el extremo noroeste de Siria.

"Los ataques aéreos turcos contra Afrin provocaron la muerte de seis civiles, tres combatientes de las YPG (sigla en kurdo de las Unidades de Protección Popular), y causaron 13 civiles heridos", comunicó en Twitter la cadena kurda Rudaw, que cita una declaración de las YPG.

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"El pueblo de Afrin sufre daños materiales debido los incesantes ataques con artillería y misiles", dijeron las YPG, que aseguran responderán con firmeza a los ataques turcos. 

Desde las 14H00 GMT del sábado comenzó la “Rama de olivo” que tiene como objetivo "garantizar la estabilidad y seguridad fronteriza", señala en un comunicado el Estado Mayor de Turquía; que este domingo emprenderá la ofensiva terrestre.

En su primer día de activada la operación, añadió el ente, unos 72 aviones destruyeron 108 objetivos de los 113 designados. Unos tres aviones caza F-16 jets turcos lanzaron 11 ataques contra posiciones kurdas en la afueras de la ciudad.

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Estados Unidos, que apoya con firmeza a las fuerzas kurdas y las considera sus aliados confiables en Siria, ha pedido a Turquía no combatirlos en Afrin, mientras el Gobierno de Siria ha advertido que derribará cualquier avión caza turco que vuele sobre Afrin.