El Gobierno sirio denunció la evacuación por parte del Estado israelí de los llamados Cascos Blancos, ubicados en el sur de Siria, una organización que para Damasco representa un peligro para la seguridad y estabilidad del país porque colabora con los extremistas.

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Los Cascos Blancos, cuyo funcionamiento fue mayormente financiado por Occidente y que supuestamente centraban su labor en la salvación de civiles en las zonas de combate, fueron trasladados a Jordania en una operación que el Gobierno de Israel afirma apunta a proteger a estas personas y sus familiares de inminentes amenazas contra su vida.

Siria además denunció que la imagen de esa nación "ha sido afectada por el papel destructivo que jugó la organización de los Cascos Blancos, que ha estado involucrada en el montaje de los supuestos ataques químicos de los que responsabilizan al Gobierno de Bashar al Assad. 

“De ahora en adelante ya no es aceptable sostener reuniones o efectuar discusiones en la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas y en otras organizaciones internacionales para discutir sus acusaciones falsas sobre el uso de armas químicas en Siria porque esas armas no existen”, asegura el comunicado. 

La evacuación de los Cascos Blancos se dio en la noche del pasado sábado, pasaron la frontera entre Siria e Israel y arribando este lunes a Jordania. 

Netanyahu 

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“Las palabras de condena no son suficientes para expresar la indignación que sienten todos los sirios hacia estas parcelas sórdidas y al apoyo técnico ilimitado proporcionado por los países occidentales, 'Israel' y Jordania para los Casco Blancos y a las bandas del 'Daesh' y 'Al-Nousra' que han trabajado durante los últimos ocho años para desviar a Siria de su curso y destruir sus logros”, aseveró Siria en el documento.