El Distrito Militar sur (DMS) ruso anunció este miércoles la salida de Crimea de diez convoyes de vehículos militares del Ejército luego de concluir las maniobras planificadas.

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“Los inspectores militares acompañaron a una decena de caravanas”, precisó el portavoz del DMS. Entre los vehículos estaban tanques, vehículos de combate de infantería y monturas de artillería autopropulsadas en plataformas ferroviarias en las estaciones de carga.

“Las unidades del Distrito Militar del Sur, que han completado su participación en ejercicios tácticos en los campos de entrenamiento de la Península de Crimea, marchan hacia los puntos de despliegue permanente por vía férrea”, publicó el Ministerio de Defensa ruso en Twitter.

De acuerdo con medios locales, la mitad de los convoyes transitaron más de 500 kilómetros y una parte de ellos cruzaron el estrecho de Kerch a través del conocido puente de Crimea, que con 19 kilómetros es el más largo de Europa.

Los ejercicios militares rutinarios que Rusia llevó a cabo en sus fronteras despertaron alarmas en Occidente, especialmente en Estados Unidos.

Estos países difundieron la mentira de que Moscú planeaba una inminente invasión a Ucrania y auguraron que ocurriría este 16 de febrero, con lo cual atizaron la tensión en Europa. 

Bajo este pretexto, la Administración de Joe Biden envió toneladas de armas a Ucrania. Asimismo, Reino Unido y Canadá enviaron tropas militares y armamentos a este país.

Ucrania enfrenta desde 2014 un conflicto armado interno con un saldo de 14.000 muertos, de acuerdo con reportes de la Organización de Naciones Unidas.

Las provincias de Donetsk y Lugansk, al este ucraniano, determinaron su independencia de Kiev y se proclamaron repúblicas, a partir de lo cual sostienen una lucha armada contra el Gobierno de Vladimir Zelenski. Ambas temen que el mandatario ucraniano emplee el armamento suministrado por la OTAN para atacar sus posiciones.