El presidente de Rusia, Vladimir Putin, confirmó el domingo la política de soberanía y camino propio de su país en la arena internacional, acorde con sus intereses de nación y poderosa potencia mundial independiente.

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En un vídeo publicado por el Kremlin a propósito del Día de la Bandera Nacional el 22 de agosto, el mandatario ruso recordó la historia real e icónica de la bandera, símbolo de la unión del pueblo y su lealtad a la patria, junto a la “disposición a defender los intereses nacionales”.

Este deseo del pueblo ruso “de vivir por su propia voluntad, de elegir su propio camino y de seguirlo ha pasado a formar parte del código genético”, insistió Putin.

“Estamos decididos a llevar a cabo en la escena internacional solo aquellas políticas que respondan a los intereses fundamentales de la patria”, recalcó.

 “La bandera nacional simboliza la lealtad a nuestros valores tradicionales, a los que nunca renunciaremos: la verdad y la justicia, la solidaridad y la misericordia, el respeto hacia la historia rusa ininterrumpida por muchos siglos, hacia los logros y las victorias de nuestros antepasados, que nos dejaron como legado cuidar y defender nuestra patria y no permitir los dictados y la hegemonía externa”, profundizó el presidente.

Esa bandera, explicó, ha sobrevivido con éxito a periodos difíciles y desafiantes durante más de tres siglos.

Además, recordó que la enseña blanca, azul y roja se volvió a izar en Rusia el 22 de agosto de 1991, con la desintegración de la Unión Soviética.

“Rendimos homenaje al símbolo estatal oficial de Rusia que, junto con el escudo y el himno, representa su soberanía e independencia y consolida la continuidad de muchas generaciones del pueblo multinacional del país”, finalizó Putin.