El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, dijo este lunes en su mensaje de Año Nuevo a la nación que durante sus últimos meses en el cargo procurará lograr avances diplomáticos y en las negociaciones de paz con su vecino del Norte.

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El mandatario expresó que no cejará “en los esfuerzos de institucionalizar una paz sostenible” con Pyongyang y valoró que su nación aún tiene un largo camino por recorrer para mejorar las relaciones intercoreanas.

Subrayó que “la paz es un requisito previo esencial para la prosperidad” que “tiende a romperse si no se institucionaliza”.

Añadió que busca emprender “un camino irreversible hacia la paz”, frase que los medios interpretan como posible alusión a la iniciativa de su Gobierno de adoptar una declaración de paz con Corea del Norte y otros países para poner fin a la Guerra de Corea (1950-53).

La semana pasada el Gobierno surcoreano informó que había acordado con Estados Unidos (EE.UU.) el borrador de una declaración para dar por finalizado ese conflicto, que se selló con un armisticio y no un tratado de paz, y dejó dividida la península coreana. Según el anuncio, el documento contaría con el visto bueno de China.

Moon manifestó su certeza de que si las dos Coreas reanudan el diálogo y la cooperación, la comunidad internacional responderá, e hizo votos por que la próxima administración surcoreana siga adelante con el acercamiento entre ambos países.

El mandato de cinco años de Moon concluirá en mayo próximo. Dos meses antes, el 9 de marzo, han de celebrarse elecciones presidenciales. Según las encuestas, los candidatos con más posibilidades de encabezar el país serían el liberal Lee Myung-bak y el conservador Yoon Suk-yeol.

De acuerdo con reportes de prensa, ambos candidatos tienen enfoques bastante semejantes sobre el diálogo con Corea del Norte y su importancia para que dicho país y EE.UU. se entiendan y avancen en la desnuclearización de la península.