Policías de fronteras del Reino Unido, vinculados al sindicato de Servicios Públicos y Comerciales (PCS, siglas en inglés) del Ministerio del Interior, iniciaron este viernes una huelga de ocho días en seis aeropuertos, en reclamo de incrementos salariales ante la inflación que alcanza el 11 por ciento.

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El paro inició en horas de la mañana en los aeropuertos de Heathrow y Gatwick en Londres (capital), de Birmingham (centro), Cardiff (Gales), Glasgow (Escocia) y Manchester (norte), así como en el sureño puerto de Newhaven.

Según el secretario general del PCS, Marck Serwotka, si en enero el Gobierno no negocia con los huelguistas, podría haber una escalada en los paros de funcionarios que sería apoyada hasta mayo.

"Creemos que las acciones en las fronteras van a ser muy eficaces. Esperamos que el Gobierno haga lo que se debe, que se siente en la mesa de negociación y que ponga el dinero”, subrayó.

Serwotka destacó que hasta el momento, el Gobierno ha ofertado aumentar sólo el dos por ciento del salario a los policías de fronteras; sin embargo, unos 40.000 afiliados deben acudir a bancos de alimentos porque son trabajadores pobres.

“Esta huelga de la policía de fronteras es parte de la del servicio público que represento. El salario promedio anual es de 23.000 libras”, aseguró.

Por su parte, el Gobierno del primer ministro Rishi Sunak desplegó a militares y funcionarios de inmigración para apoyar el trabajo en los aeródromos afectados y minimizar los efectos del paro.

Un vocero del aeropuerto de Heathrow indicó que, hasta el momento, los controles de inmigración fluyen con normalidad, pues hay personal suficiente y las puertas automáticas se mantienen operativas; sin embargo, podría haber colas de hasta dos horas en los controles de entrada.

Se prevé que el paro se extienda hasta el próximo 31 de diciembre, con una probable suspensión el día 27.