El papa Francisco reiteró su llamado este martes a frenar la carrera armamentista, porque la guerra “se come a los hijos de la patria”, expresó durante la celebración de la Misa de la Conmemoración de todos los Fieles Difuntos en el cementerio militar francés de Roma.

LEA TAMBIÉN:

Irán reafirma que no persigue construir armas nucleares

En dicho cementerio ante los restos de unos 1900 soldados franceses y marroquíes el sumo pontífice destacó que “son tumbas que claman por la paz; luchemos para que las economías no se fortifiquen por la industria de las armas”, expresó durante la ceremonia en la cual se detuvo a depositar rosas blancas ante varias de las tumbas.

Durante la homilía, dedicada a las víctimas de la guerra, el sumo pontífice pidió a los fabricantes de armas que se detuvieran. “Deténganse hermanos y hermanas! ¡Deténganse fabricantes de armas! Estas tumbas hablan, gritan por sí mismas, gritan por la paz”, dijo.

"Estas personas son buenas, murieron en la guerra. Murieron porque fueron llamadas a defender su país, a defender valores, ideales y muchas otras veces a defender situaciones políticas tristes y lamentables", sentenció su Santidad.

Quien ha estado remarcando con fuerza esa idea, pues en el ángelus de este domingo soslayó que el rezo también lo dedicaba a las víctimas de las guerras. “Las guerras mundiales, así como las guerras que se libran a pedazos aún hoy en todos los rincones del planeta”.

Francisco comenzó su misa de martes recordando una inscripción a la entrada de un cementerio en un pueblo del norte de Italia, la cual reza que “tú que caminas, detén tu paso, y piensa en tus pasos en el último escalón”.

Esta es la tercera ocasión que el sumo pontífice visita un cementerio militar en el Día de los Muertos. Con anterioridad en el 2014 visitó el cementerio de Redipuglia, en la región septentrional de Friul Venecia Julia; en tanto en 2017 visitó el americano en la ciudad de Anzio (región de Lacio).