El papa Francisco aseguró este viernes que si bien la inteligencia artificial es un regalo, se necesita un algoritmo ético capaz de dilucidar "la contribución verdaderamente humana y el cálculo automático".   

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Las palabras de Francisco llegaron a través de un texto leído por el presidente de la Pontificia Academia para la Vida, monseñor Vincenzo Paglia, durante la Asamblea Plenaria de esta institución en el Vaticano.

Según el papa, la ética del algoritmo no es más que un uso sensato de las nuevas tecnologías, por lo que se hace cada vez más necesario reflexionar en torno a la galaxia y la inteligencia digital.

De acuerdo con el sumo pontífice, las tecnologías no son "instrumentos neutrales" y pueden llegar a desdibujar aquellos "límites hasta ahora considerados claramente distinguibles: Entre materia inorgánica y orgánica, entre real y virtual, entre identidades estables y eventos en relación continua entre sí".

Asimismo, declaró que se debe estar alertas y conscientes ante el peligro tecnológico de reducir a los ciudadanos a meros consumidores “esclavizados a intereses privados concentrados en manos de unos pocos”. No obstante, reconoció que “estos peligros no deben ocultar el gran potencial que nos ofrecen las nuevas tecnologías”.

Llamó finalmente a los expertos a "una acción educativa más amplia" que permita entender a la ética del algoritmo como un puente capaz de "garantizar que los principios se inscriban concretamente en las tecnologías digitales, a través de un diálogo transdisciplinario efectivo".

En el encuentro, varios organismos e instituciones firmaron una resolución ética sobre la Inteligencia Artificial (IA) con el objetivo de minimizar los riesgos de las tecnologías.