El Comité de Derechos del Niño de la Organización de Naciones Unidas (ONU) denunció este miércoles que militares y policías antidisturbios a las órdenes del Gobierno, lanzaron gases lacrimógenos contra manifestantes indígenas entre los que se encontraban niños y adolescentes en el marco del paro nacional.  

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Según el órgano, este comunicado es una respuesta al importante número de infantes y adolescentes indígenas “sometidos a una violenta represión” y añadió que “según varias fuentes fiables, se han autorizado formas de munición potencialmente letales, como perdigones, para reprimir las protestas”.

Asimismo, el ente de la ONU indicó que se recibieron reportes de niños que sufrieron graves efectos secundarios consecuencia del uso desproporcionado de los gases lacrimógenos.

De igual forma, el Comité llamó la atención sobre los niños que deambulan por las calles, sobre todo de la capital, sin contacto con sus cuidadores o familiares, siendo este uno de los resultados de la política represiva del Estado ecuatoriano.

“El brutal desalojo de asambleas no violentas en sitios como la Casa de la Cultura, donde muchas madres se reunían en compañía de niños, niñas y adolescentes, fue especialmente grave e injustificable”, aseveró la comisión.

El Comité aprovechó el texto para realizar un llamado a las partes, tanto manifestantes como Gobierno, a proteger a los niños y adolescentes durante las protestas.

El contexto ecuatoriano actual está marcado por el paro general que lleva 17 días en pie y que ha tenido un saldo de al menos seis manifestantes fallecidos y varias decenas de heridos.

Este martes, luego de un intento de negociaciones, el Gobierno decidió salir de las mesas de diálogo a pesar de la disposición mostrada por las organizaciones sociales.