Las fuerzas de ocupación de Israel agredieron y luego detuvieron a jóvenes palestinos que este martes se congregaron para celebrar el mes sagrado del Ramadán cerca de Bab al-Amoud o Puerta de Damasco, en Jerusalén este, hecho que fue condenado por la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

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De acuerdo con medios de prensa, la policía israelí arrestó entre 6 y 12 jóvenes palestinos, y al menos tres de ellos fueron llevados a lugares no revelados. Los agentes utilizaron porras, granadas paralizantes y bolas de metal recubiertas de goma.

En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados de la ANP rechazó las detenciones y afirmó que Israel despliega fuerzas de seguridad en zonas consideradas sagradas como parte de su estrategia para expulsar de allí a los palestinos y judaizarlas.

Esta fue la cuarta noche de detenciones de los ocupantes en las inmediaciones de la Puerta de Damasco, la entrada al barrio musulmán de la Ciudad Vieja, considerada un punto de fricción frecuente entre manifestantes palestinos y las fuerzas israelíes.

También se desplegó un fuerte dispositivo de seguridad en el camino a Bab al-Sahira o Puerta de Herodes, además de varias calles cercanas. Hasta el momento, la cifra de palestinos detenidos desde el comienzo del Ramadán asciende a 29.

En una declaración enviada a medios israelíes, la policía afirmó que los palestinos lanzaron piedras y otros objetos contra agentes apostados en el área. Además, los acusó de promover la violencia, incitar a disturbios e irrespetar la libertad de culto.

La víspera, la ANP) acusó a Israel de “incrementar deliberadamente las tensiones en Jerusalén” en coincidencia con el Ramadán y luego de enfrentamientos ocurridos durante los últimos días frente a la Puerta de Damasco.

El domingo, el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Yair Lapid, recorrió la Puerta de Damasco acompañado del comisionado de policía, Kobi Shabtai, una visita que la ANP y el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (Hamas) consideraron una provocación.

Durante su periplo, Lapid se refirió a los palestinos como violentos y prometió a los colonos extremistas, responsables de ataques y otros abusos contra aquellos, incrementar la cifra de agentes policiales en Jerusalén ocupada (este) para proteger las celebraciones judías.