Un grupo de hombres armados asesinaron al menos a 33 personas en una aldea del estado de Kaduna, en el noroeste de Nigeria donde también resultaron heridas una gran cantidad de personas aún sin determinar.

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El portavoz de la Unión de Pueblos del Sur de Kaduna (SOKAPU), Luka Binniyat, señaló que los atacantes pertenecen a la etnia Fulani, la cual constituye una de las más numerosas del oeste de África.

El vocero declaró a medios internacionales que “esos desalmados volvieron a atacar ayer a nuestro pueblo. Un gran número de pastores fulani invadieron la aldea de Runji, en la zona de Zango Kataf, y mataron a tiros a muchos aldeanos”.

A su vez, Binniyat añadió que “habían escrito a los aldeanos que iban a venir. Les dijeron que les visitarían para sembrar el terror y cumplieron su amenaza sobre las 22H00 hora local (21H00 GMT)”.

De igual forma, indicó que una gran parte de los aldeanos huyeron de la zona ante el temor de volver a ser atacados mientras destacó que los heridos habían sido trasladados al hospital.

A su vez, denunció la ausencia de las fuerzas de seguridad, entretanto, expresó que “mientras duraron los ataques de ayer, no hubo intervención militar. Como de costumbre, sólo acudieron a patrullar horas después de que nuestra gente hubiera sido masacrada”.

Por su parte, el comisario de Seguridad Interior y Asuntos Internos del estado de Kaduna, Samuel Aruwan, afirmó que "las tropas tuvieron un encuentro feroz con los atacantes".

Los estados del centro y noroeste del país africano experimentan frecuentes ataques de grupos criminales, los cuales ejecutan asaltos, robos y secuestros.