El Secretario General de la ONU, António Guterres, alertó este miércoles que Afganistán está al borde de un desastre humanitario y urgió al Gobierno de Estados Unidos y otros a desbloquear los fondos destinados a ese país.

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Guterres se dirigió a las potencias del Consejo de Seguridad y les dijo que “seis meses después de la toma del poder por los talibanes, Afganistán pende de un hilo”.

Instó a la comunidad internacional a desbloquear esos recursos. Según medios de prensa, casi 9.000 millones de dólares de activos del banco central afgano permanecen congelados.

Subrayó que la llegada del invierno, con fuertes nevadas que ya provocaron decenas muertes y miles de frágiles viviendas destrozadas, tensa más la vida en el país centroasiático, que enfrenta déficit de bienes y servicios básicos.

El titular de la ONU añadió que también es deficitaria la atención sanitaria, debido a la saturación de los centros de salud y la falta de recursos, a lo cual se suma que más de la mitad de la población se enfrenta a lo que llamó niveles extremos de hambre.

Explicó que Afganistán arrostra la sequía ha llevado a nueve millones de personas más cerca de la hambruna, y que ocho de cada diez afganos consumen agua potable contaminada.

Apuntó a que las sanciones podrían agravar la crisis económica y la falta de liquidez, y provocar que el país pierda hasta el 30 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB) este año.

La ONU ha solicitado a los países donantes unos 4.400 millones de dólares para atender este año las necesidades humanitarias de Afganistán, y busca otros 3.600 millones para dar servicios básicos a la población, especialmente a mujeres y niñas.

En otra parte de su discurso, Guterres advirtió del impacto que ha tenido la llegada de los talibanes al poder en las mujeres y niñas. Dijo que estas “han perdido su país en un día para otro”, mientras que “años de progreso se han esfumado en un abrir y cerrar de ojos”, lamentó.