Grupos sociales, indígenas y civiles de la comunidad del Catatumbo, en el municipio colombiano de Santander, anunciaron este jueves la conformación de una Comisión por la Vida, la Reconciliación y la Paz para evidenciar la crisis que enfrenta la región como consecuencia de la violencia generada por el conflicto armado.

La organización social contó con el respaldo de la Oficina de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), además del acompañamiento de la Iglesia católica para su consolidación.

La delegación está integrada por distintos líderes del gremio del Pueblo Barí, Movimientos por la Constituyente Popular (MCP), el Comité de Integración Social del Catatumbo (CISCA), la Asociación Campesina del Catatumbo (ASCAMCAT) y representantes de distintas Juntas de Acción Comunal que lucharán por la protección y derechos de la comunidad civil e indígena.

El pasado 13 y 14 de abril la nueva Comisión logró reunirse con con representantes de la Defensoría del Pueblo Nacional, los senadores de Colombia Iván Cepeda y Alberto Castilla, además de la embajada de Alemania, para exponer la situación regional actual tras los recientes focos de violencia.

Asimismo, durante el encuentro efectuado en Bogotá, capital, también estuvieron presentes la Unidad Nacional de Protección, la Procuraduría General de la Nación, el partido político Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia (FARC) y la Comisión de Paz del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

En el marco de la reunión, los delegados del Catatumbo destacaron que pese a las diferentes medidas de seguridad tomadas por entes regionales y estatales, la violencia en la región persiste por lo que instan al Gobierno y al ELN a continuar con el procesos del diálogo con la premisa de poner fin al conflicto armado.

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